El Juzgado de lo Penal número 2 de Córdoba ha fijado para el 19 de junio el juicio al hombre acusado de un delito continuado de robo con fuerza en las cosas, tras supuestamente hurtar dinero y objetos en siete ocasiones en cinco iglesias y ermitas de los municipios de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, entre septiembre y octubre de 2016. El fiscal pide para él una pena de cuatro años de prisión.

Según recoge la calificación del Ministerio Público, el primer robo se produjo el 9 de septiembre de 2016, después de escalar el campanario de la iglesia de San Bartolomé de Pozoblanco. Sustrajo la recaudación de tres cepos con 70 euros. Posteriormente, en la madrugada del 15 al 16 de septiembre, acudió a la ermita de San Antonio y forzó la ventana de la casa anexa al templo, donde tras subirse a una escalera alcanzó la ventana que da al interior de la ermita. Así, sustrajo unos 450 euros. Tres o cuatro días después acudió de nuevo a dicha ermita, escaló un muro de dos metros, arrancó una verja metálica de una ventana y rompió el cristal para manipular la cerradura de la casa anexa, donde sustrajo comida y refrescos valorados en 130 euros. Días más tarde, en la madrugada del día 24, el procesado fue a la parroquia de San Sebastián sin llegar a sustraer efecto alguno.

Entre los días 1 y 2 de octubre, el acusado acudió de nuevo a la parroquia de San Bartolomé donde supuestamente forzó una ventana y sustrajo tres anillos de oro valorados en 460 euros. Tras ello, en la noche del 3 al 4 de octubre, el varón forzó los barrotes de una ventana de Santa Catalina a la vez que rompió una vidriera y sustrajo 500 euros. Igualmente, en la madrugada del 7 de octubre se dirigió a la iglesia de San Sebastián de Villanueva de Córdoba, donde tras escalar para acceder al patio interior sustrajo 100 euros del buzón de los donativos.