Han pasado exactamente 209 días desde que diera comienzo la campaña electoral de las elecciones generales de abril. El panorama político nacional ha estado marcado por Cataluña y la exhumación de Franco y, en el caso de Córdoba, las municipales han dejado un escenario algo distinto al de hace seis meses. La cosa ha cambiado y las encuestas se ven modificadas por la entrada de nuevos agentes (algo que no afecta a Córdoba) y por una desmotivación que proviene de la falta de diálogo para alcanzar acuerdos, lo que ha abocado a las cuartas elecciones generales en cuatro años.

En el caso de Córdoba, la participación será pieza clave para los cinco partidos que tienen más posibilidades de repartirse los seis escaños con los que la provincia está representada en el Congreso de los Diputados. Un puñado de votos podrá determinar ese reparto de actas, que según el último macrobarómetro del Centro de Investigación Sociológicas (CIS) beneficiaría de sobremanera al PSOE.

Los socialistas, según el CIS de Tezanos, arrasarían en los comicios del próximo 10 de noviembre y obtendrían tres diputados (uno más que ahora) y lo harían a costa de los escaños que Ciudadanos (Cs) y Vox consiguieron en abril. Es decir, alguna de estas formaciones se quedaría sin representación por Córdoba en la Cámara Baja. Mientras tanto, PP y Unidas Podemos se quedarían igual, con un escaño cada uno.

Sin embargo, el CIS no acertó en abril (hizo el mismo reparto y finalmente el PSOE se quedó con dos escaños y el resto con uno) y nadie puede saber si lo hará de nuevo. El barómetro oficial consultó a los encuestados antes de hacerse pública la sentencia del procés y antes de la exhumación de Franco (aunque después de que el Supremo la avalara). Nada es imposible, pero sí es complicado que los socialistas sumen a Antonio Hurtado a sus sillones (junto a Luis Planas y Rafaela Crespín) en un panorama que sí podría perjudicar a Cs para beneficiar al PP, que recuperaría un segundo escaño perdido.

Las combinaciones son múltiples y las encuestas pueden equivocarse (es normal que esto pase) y en el seno de Cs y Vox en Córdoba no se da nada por perdido. La formación naranja, que vuelve a tener a Marcial Gómez como cabeza de lista por cuarta vez en unas generales, tiene claro que la campaña será clave de cara al 10 de noviembre. Así lo ha sido, además, la precampaña, donde Gómez se ha pateado la capital y la provincia con el objetivo de mantener un escaño que hay quienes opinan que podría desaparecer.

Hay menos tiempo, eso sí, para pedir el voto, teniendo en cuenta que la campaña se ha reducido a poco más de una semana, cuando normalmente dura algo más de dos. En Vox, obviamente, tampoco dan nada por perdido y más aún observando las encuestas a nivel nacional, que dan a los de Santiago Abascal un despegue que los hace situarse por detrás del PSOE y el PP y por delante de Unidas Podemos y Cs.

Un panorama de incertidumbre y pelea por ese escaño es el que se plantea ahora por delante. La campaña electoral ha arrancado con mucho acto y poco cartel. La pegada de propaganda parece haber quedado para la historia y los partidos han adelantado actos para meterse de lleno en el puente de Todos los Santos.

Así han iniciado los partidos la campaña

El PSOE ha dado el pistoletazo de salida a la petición de voto en la avenida del Aeropuerto, en su sede. El número uno de los socialistas al Congreso por Córdoba, el ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas, ha dicho que estas elecciones “son fundamentales para el futuro de España” y ha pedido la movilización de la ciudadanía para que vaya a votar (“al PSOE”) porque los socialistas, ha asegurado, “son los únicos capaces de constituir un Gobierno estable y progresista”.

Inicio de campaña en la sede del PSOE.

Planas ha apuntado, además, que frente a eso hay “dos opciones”, los “independentistas” y la “derecha”. Frente a los independentistas, ha declarado, que quieren “romper la unidad de España”, estará el PSOE con “determinación, moderación y claridad” porque “no le vamos a dejar avanzar”; y frente a la derecha que quiere “bajar impuestos a los ricos y reducir la eficacia de los servicios públicos”.

El PP, por su parte, no ha elegido su sede, sino un espacio bastante más grande, el Palacio de Congresos de la calle Torrijos, para un inicio de campaña con muchos carteles de Pablo Casado. Ha sido el presidente del PP en Córdoba, Adolfo Molina, quien ha instado a los afiliados y simpatizantes a “salir a ganar” y a “remontar”, a “darle la vuelta a lo que ocurrió en abril”. En un tono que parece que acompañará a los populares durante esta campaña, Molina ha afirmado que “hay muchas cosas que nos unen” y que “queremos sumar a todos los que quieran futuro y prosperidad”. El candidato de los populares, Andrés Lorite, ha hablado además de independentismo, lanzó críticas a Pedro Sánchez y ha insistido en que el PP es quien tiene la solución ante situaciones de bloqueo y crisis.

Inicio de campaña del PP.

Otro partido que sí ha elegido su sede para este inicio de campaña fue Ciudadanos. Su candidato al Congreso Marcial Gómez ha afirmado que los políticos “no debemos ser los protagonistas”, sino “la gente”, y recordó a Pedro Sánchez que ya hay “bastantes problemas”, como para que “diga que su problema es que no tiene los suficientes escaños”.

La formación naranja ya ha dejado claro que “más allá de las encuestas y más allá de los escaños”, lo “importante” es el día 11 de noviembre. A partir de ese día se han comprometido, en palabras de Gómez, “a contribuir al desbloqueo de España”.

Inicio de campaña de Cs.

Por su parte, Unidas Podemos ha abierto campaña lejos de la capital, en Pozoblanco “para mostrar una vez más que estamos al lado de nuestra provincia apoyando a la comarca en las grandes dificultades por las que esta pasando nuestro sector agrícola y ganadero”. Hasta la plaza del Pozo Viejo se han desplazado miembros de esta coalición para un inicio de campaña donde han intervenido las candidatas al Congreso Martina Velarde (puesto número uno) y Carmen María Ruiz (dos). Velarde ha manifestado “la ilusión, la fuerza y las ganas” de afrontar una nueva campaña como “la única alternativa” para que España siga otra senda y para que la crisis “que se nos viene encima no la paguemos los mismos de siempre”.

Inicio de campaña de Unidas Podemos.

En Vox sí han tirado de la vieja pegada de carteles para arrancar la campaña, algo que han hecho en el Bulevar de Gran Capitán. Eso sí, la formación ha convocado varias horas antes en Lucena, a modo de inicio oficioso de campaña para lo que han denominado una concentración “pacífica” contra el centro de Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) de la localidad. Sobre este acto ha opinado el delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, quien ha manifestado que con esta convocatoria, “lo único que pretenden es llamar al odio y al enfrentamiento”, y ha añadido que “la ciudadanía haría bien en no tenerlas en cuenta”. A ello, Fernández ha añadido que “es otro intento deplorable por parte de Vox de intentar relacionar inmigración y menores con delincuencia”.

Pegada de carteles de Vox.

Ajeno a las críticas, el candidato de Vox al Congreso por Córdoba José Ramírez ha apuntado que esta campaña la afronta “con muchísimo optimismo” tras las “muestras de apoyo y cariño” recibidas durante la precampaña. El objetivo, ha dicho Ramírez, es “llegar a dar a conocer” sus ideas a los cordobeses, pero intentando que lleguen de manera directa ya que, ha apostillado, “los medios de comunicación interpretan mal a veces nuestros mensajes”.

Llamados a las urnas

Por delante, una semana de campaña en la que los partidos intentarán convencer a los indecisos. Un total de 648.333 cordobeses están llamados a las urnas (casi 500 menos que en los comicios de abril), 4.351 por primera vez. El voto por correo puede indicar el camino hacia la abstención, teniendo en cuenta que Correos ha registrado 10.000 solicitudes menos, 13.617, que las pedidas para las anteriores generales. Solo cabe esperar y que las urnas determinen unas elecciones inciertas.