Los gimnasios cordobeses están entre los mejores de España en la relación calidad-precio ya que, según un estudio impulsado por la revista Consumer-Eroski, reciben la calificación de "bien", por encima de la media nacional que es "aceptable". El informe se ha realizado en todo el país y en la capital cordobesa se han visitado diez gimnasios que, en líneas generales, alcanzan un "nivel aceptable", al igual que la mayoría de las ciudades objeto del estudio.

Uno de los datos más relevantes del informe es que los cordobeses pueden llegar a ahorrarse hasta el 59 por ciento de la cuota mensual dependiendo del establecimiento al que acudan ya que la cuota más cara es de 73 euros y 34 la más económica.

En esa línea, la cuota media en estos establecimientos es de 54 euros al mes, muy similar al coste medio a nivel nacional, que alcanza los 56 euros. No obstante, en los establecimientos que cuentan con zona de aguas o SPA la mensualidad asciende a los 62 euros de media, mientras que en los que no tienen este servicio la cuota desciende hasta los 47 euros.

A estas tarifas hay que añadir el importe de la matrícula, requisito en siete de los diez gimnasios visitados de la capital cordobesa, cuyo precio medio es de 95 euros, un 36 por ciento más que el promedio del estudio, que llega a los 70 euros. En este apartado también se registran diferencias en el caso de que el gimnasio tenga SPA, en cuyo caso el precio medio por inscribirse es de 115 euros, frente a los 70 euros si no tiene zona de aguas.

Por otro lado, los gimnasios de la capital cordobesa aprueban con un ajustado "aceptable" en el apartado referente al asesoramiento médico-deportivo y la atención al cliente, por encima, eso sí, del mediocre "regular" de media nacional. Ninguno de los establecimientos visitados ofrecía seguro médico, frente al 15 por ciento de los gimnasios españoles, y en la mayoría la cobertura se limitaba a contar con un seguro de responsabilidad civil.

Tres de los diez gimnasios cordobeses visitados por Consumer-Eroski reconocieron que realizan exámenes médicos al cliente que se inscribe antes de que comience con la práctica del ejercicio, con el fin de conocer cuál es su forma física. En idéntica proporción, los centros preguntaron al técnico de Consumer-Eroski sobre su estado de salud y sus hábitos de vida.

Además destaca en el documento que en ocho centros manifestaron que sus empleados contaban con la titulación adecuada para llevar a cabo su labor profesional. No obstante, en el resto de los centros se negaron a contestar esta cuestión cuando el técnico, haciéndose pasar por un futuro cliente, preguntó al respecto. En el lado positivo, todos los establecimientos ofrecían asesoramiento de un monitor profesional que facilitaba al cliente una tabla individualizada de ejercicios.