Desconfianza y suma prevención. Esas son las palabras que definen la actitud de los empresarios cordobeses ante los nubarrones que se ciernen sobre la economía, según se desprende del estudio de confianza empresarial que cada seis meses elabora la Cámara de Comercio de Córdoba. El documento, que fue presentado ayer, precisa que el índice, en el que se miden las expectativas de casi 200 compañías cordobesas, se sitúa ahora en un menos 1,5%, lo que significa una bajada de dos puntos en tan sólo seis meses. El hundimiento es, con diferencia, el más acusado que se ha producido desde que la Cámara comenzó a desarrollar este medidor a finales del año 2002, pues hasta ahora el índice jamás había entrado en valores negativos en toda su historia. Aún así, el profesor de ETEA Gabriel Pérez Alcalá, que es uno de los responsables de la encuesta, señaló ayer que en su opinión lo que revela ésta "no es que exista pesimismo, sino cierta pesadumbre en casi todos los sectores".

La preocupación de los empresarios no se refleja únicamente en este valor, sino en casi todos los parámetros que mide el estudio de la Cámara. Datos destacados en ese sentido son por ejemplo que el 73,3 por ciento de ellos considera que la situación económica se ha deteriorado en los últimos meses, que el 62,5 sostiene que el asunto irá a peor o que sólo un 21,7 considera que obtendrán buenos resultados el año en curso, por un 29,2% que estima que serán malos y un 49,1 que los augura regulares. Tal desconfianza es general en todos los sectores, aunque se observa una preocupación más intensa en la construcción, donde cuatro de cada diez industriales cree que el año será malo, y en lo que la encuesta denomina otras industrias y que engloba a un sector clave en la ciudad como es el de la joyería. Similares, aunque levemente menos negativas, son las previsiones que los empresarios tienen sobre sus propios sectores, donde el porcentaje de los que piensan que los resultados de 2008 serán similares a los de 2007 se sitúa muy próximo al 50 por ciento.

El Índice de Confianza también analiza otro asunto de interés: los factores económicos que más preocupan a los empresarios. Entre ellos, hay uno que sobresale por encima de todos y que se centra en los tipos de interés, lo que demuestra que la crisis financiera y la dificultad para conseguir financiación externa es el quebradero de cabeza principal de los ejecutivos de las empresas cordobesas. En concreto, el 18,6% de los encuestados señala que esa es su mayor preocupación, a la que siguen los costes internos como los laborales (16%) y las materias primas (15,8%) y la inflación (15,1). Por último, también supera el 10 por ciento la preocupación por las fluctuaciones de la demanda, mientras que otros asuntos como el proceso electoral que concluyó el pasado domingo o el tipo de cambio entre el euro y el dolar no son ni de lejos tan relevantes.

Por sectores, el de la construcción es el que teme que la regresión pueda tener un mayor impacto en sus negocios, mientras que en los servicios y en la industria alimentaria la preocupación existe y es una evidencia, pero no llega a niveles tan elevados. De hecho, tanto en la confianza en su propia empresa como en la que mantienen hacia su sector apenas son tres de cada diez los que estiman que se puede llegar a una situación realmente grave, aunque esos malos augurios sí que se incrementan cuando analizan la economía en general.

Por último, el profesor Pérez Alcalá también señaló los problemas que se observan en el sector joyero y que también se han denotado entre las empresas encuestadas. En ese sentido, el economista destacó como principales problemas que acucian a los joyeros cordobeses la subida del precio del oro y la dificultad de exportar fuera del entorno euro por los tipos de cambio que existen actualmente con EEUU y que a ellos les perjudican.

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