Educación Período de adaptación

Un horario que no beneficia a todos

  • La reducción de las clases en los centros de atención socioeducativa durante los primeros días de curso dificulta a los padres la conciliación de trabajo y familia

Para muchos padres, conciliar el trabajo con el cuidado de sus hijos supone casi un reto. Es por ello que la muchos ansían la llegada de septiembre, cuando los pequeños de la casa dejan atrás sus vacaciones. El pasado lunes, coincidiendo con el inicio del mes, abrieron sus puertas los 140 centros de atención socioeducativa que la Junta habilita en Córdoba, lo que beneficia a muchos trabajadores. No obstante, hasta el quince de septiembre los centros tienen vía libre para establecer el horario de las clases. Durante los primeros días del curso, la jornada será reducida para que los niños se habitúen a la nueva situación, pues para los pequeños suele ser difícil hacerse al cambio que supone acudir a la guardería. A pesar de que los padres son conscientes de que este período de amoldamiento resulta positivo para sus hijos, para muchos conciliar el horario de trabajo con el del centro infantil resulta una tarea ardua.

Cada centro de atención socioeducativa ha establecido el horario de adaptación que ha considerado adecuado. En el Virgen de la Fuensanta, el horario se irá ampliando gradualmente. Así, los primeros tres días los niños pasaron sólo dos horas, de 10:00 a 12:00, en centro. Los dos días siguientes, pasado el trauma inicial, se alargó una hora la jornada. En la segunda semana del curso, los alumnos, les guste o no, van a pasar ya a seguir el horario normal, de 10:00 a 14:00 horas, lo que implica que almorzarán en el comedor escolar.

Desde la Delegación de Igualdad y Bienestar Social, organismo al que compete la red de guarderías públicas, lo que se persigue es exclusivamente el beneficio de los menores. Así lo asegura también la delegada de Educación, Antonia Reyes, que comprende que los padres se vean afectados por el horario de adaptación, pero apunta que "se trata sólo de unos días".

Aunque a los padres no les queda otra que resignarse, sí que hay algo por lo que no están dispuestos a pasar, y es porque la situación se alargue hasta después del 15 de septiembre, fecha en que está determinado que concluya el período de adaptación. Así lo manifiesta Francisco Mora, presidente de Fapa Ágora, quien afirma que "no es lógico que algunos centros mantengan hasta el 20 de septiembre el horario reducido, porque ello tampoco es positivo para los pequeños". No obstante, la tónica general es que se abandone la jornada reducida en el plazo medio de una semana, tiempo que se considera "suficiente" para que un niño se habitúe al hábitat escolar, como apunta la secretaria del Virgen de la Fuensanta.

Durante la semana pasada, la mayoría de los centros permitieron que los padres visitaran las aulas. Rafa Jiménez aprovechó su día de descanso para la clase de su hijo. Es un padre separado, pero su ex pareja trabaja por la mañana, así es que será él quien se encargue de llevar a los pequeños , un crío de tres años y una de año y medio. Pero los primeros días de curso sólo los ha podido acompañar a la guardería un día, porque entra a trabajar después de la hora a la que abría la guardería. "He tenido que pedir a mi madre que los trajera, pero ha sido un jaleo porque teníamos que madrugar para llevarlos a su casa", explica este cocinero.

No obstante, hay algunos padres que están encantados con el horario reducido de las primeras semanas. Es el caso de Luz Sánchez, que confiesa que le "está costando" habituarse a que su hijo, de dos años, no pase las mañanas en casa, aunque, como añade, sabe que "es bueno que se relacione con otros niños".

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