El Juzgado de Primera Instancia número 7 puede hacer historia en Córdoba si, por primera vez, achaca a una hermandad la responsabilidad de un accidente a causa de la cera caída en el asfalto por las procesiones. Este juzgado está llevando un caso que resulta muy llamativo y que puede cambiar la jurisprudencia al respecto ya que ha comunicado a la hermandad de La Merced que tiene un plazo de diez días para realizar sus alegaciones en el caso de una caída sufrida por un motorista, pues será una de las partes implicadas en el juicio, pendiente de señalamiento.

La historia se remonta a 2015, cuando un motorista sufrió una caída el Martes Santo por la mañana, por la que resultó con algunas heridas. El hombre reclamó al Ayuntamiento y se abrió un juicio por la vía de lo Contencioso que acabó con una concurrencia de culpa compartida al 50% entre el Ayuntamiento -por no haber limpiado correctamente la calle- y el lesionado, que debía haber estado más pendiente, según el juez. Sin embargo, sólo fue condenado el Consistorio puesto que a través de la vía contenciosa sólo se pueden condenar a las administraciones. Se fijó una indemnización de 1.000 euros, de la que las arcas municipales sólo deberían aportar la mitad. La aseguradora del Consistorio, según las fuentes jurídicas consultadas, al ver que el magistrado reconocía parte de la responsabilidad a la suciedad, demandó a Sadeco, esta vez por la vía de lo civil.

En otro giro de esta rocambolesca historia, la empresa municipal de saneamientos solicitó la implicación en el caso de la hermandad y aseguró que la culpa es de la cofradía por ensuciar, no de Sadeco por limpiar mal. Como la caída se produjo el Martes Santo por la mañana en una calle por la que la tarde anterior sólo había pasado la hermandad de La Merced, se pudo acotar perfectamente la responsabilidad a esta única cofradía. Lo novedoso de este caso, según las fuentes consultadas, es que el juez aceptó esta proposición de Sadeco y, además de paralizar el proceso, ha dado un plazo de diez días a La Merced para que realice sus alegaciones oportunas y proceder después al señalamiento del juicio.

Todas las fuentes consultadas coinciden en que es la primera vez que se cuestiona la responsabilidad de una hermandad en este asunto, ya que hasta el momento es el Ayuntamiento el que asume, como último responsable patrimonial, todas las quejas que se producen por caída de cera. No son pocas las voces que han surgido, aunque muchos no lo hacen en público, sobre la posibilidad de derivar la responsabilidad a las hermandades. Sadeco aplicó este año un novedoso sistema de recogida de cera del viario público de manera que antes de cada desfile procesional los operarios de Sadeco aplicaron un líquido antiadherente. El personal ha limpiado diariamente las calles y, tras la finalización de la Semana Santa, se ha realizado una limpieza exhaustiva.