La plaza de las Tendillas volvió a ser el escenario perfecto para miles de cordobeses y turistas que decidieron dar la bienvenida a 2016 al ritmo de música y fiesta y ni siquiera la lluvia pudo con la ilusión de recibir al nuevo año. Cierto es que las gotas que cayeron en la tarde-noche del 31 de diciembre provocaron que el goteo de gente que llegaba a la céntrica plaza fuera menor que en otras ocasiones, algo que vino muy bien para mantener el orden y evitar aglomeraciones o tumultos que pueden acabar con la fiesta de más uno. No obstante, la Policía Local, Nacional y la Guardia Civil habían preparado un amplio dispositivo para garantizar la seguridad en esta celebración. Los agentes estuvieron muy pendientes durante toda la jornada de que la fiesta transcurriera sin incidentes. Así, el ambiente festivo se mantuvo durante todo el día desde la fiesta infantil hasta el momento de las campanadas cuando, una vez pedido el último deseo y tragadas todas las uvas la lluvia se fue para dejar el cielo despejado para dar la bienvenida a 2016. Como si el tiempo contribuyera a dejar todo lo malo de 2015 atrás, que se fue con esa lluvia lenta pero constante y dejó todo preparado para que el Año Nueva traiga de lo bueno, lo mejor.

La mañana fue de los más pequeños, con chocolatada, pasacalles, batucada y juegos durante todo el día para despedir el último día de 2015. Hubo incluso un musical para los niños de la casa, aunque los mayores disfrutaron como los que más. Y así se llegó a la noche, que transcurrió sin incidentes de importancia salvo el disgusto de alguno que no pudo terminarse la docena de uvas. Tras los 12 acordes más famosos -protagonizados por las soleares de la guitarra de Juan Serrano- la fiesta estalló junto con el champán, el vino y el ritmo de los Aslándticos, el grupo cordobés que era el plato fuerte de la noche y que no defraudó a la torre de Babel que se concentró en las Tendillas. Los músicos estaban en su salsa y emocionados de acompañar a sus paisanos en este arranque de 2016 -así lo confesaron- y eso se notó en las ganas que el grupo le puso en su actuación. Unas ganas contagiosas, aunque lo cierto es que el respetable estaba más que dispuesto a entregarse a la causa. El preludio del buenrollismo que se respiró en las Tendillas lo pusieron tanto el DJ Raúl Evolution como los presentadores, Mari Ángeles Mellado y el diseñador cordobés Rafael Girón. Muy comentada fue la capa del presentador que lució la imagen de su creación más conocida: la muñeca Patia. Los globos gigantes y los fuegos artificiales hicieron el resto para que fuera una noche mágica.

El grupo cordobés lo dio todo en una de sus actuaciones "más especiales" ante un público formado por jóvenes amigos, familias enteras con sus hijos o parejas. El positivismo que se desprende de sus canciones se contagió por todos los rincones de las Tendillas para crear un ambiente fantástico ya sin lluvia que amenazara con aguar la fiesta. Después volvió Raúl Evolution para mantener las ganas entre los más fiesteros, que bailaron sin parar los hits del momento y los que se escucharán en este estrenado 2016.

El dispositivo de seguridad y tráfico se desarrolló según lo previsto y apenas se registraron problemas de tráfico mientras que el servicio de transporte público y taxis funcionó con normalidad. Aunque la fiesta se apagó en las Tendillas algunos siguieron por los locales de la zona, otros volvieron a casa y otros aguantaron hasta el amanecer, cuando se repitieron también las típicas estampas del desayuno con churros. Como el año pasado y como, presumiblemente, ocurrirá al finalizar este ejercicio, aunque siempre se tenga la sensación de que esta vez será especial. Y tras la bienvenida oficial, esto no ha hecho más que empezar.