Foro Romano, 12

El balance 'del cambio'

  • PP y Cs autoalaban su trabajo al frente de Capitulares durante estos seis meses y lo hacen sin ningún tipo de crítica ni reproche y con las promesas cumplidas por bandera

Albás y Bellido se dan la mano en la Sala de Comisiones del Ayuntamiento.

Albás y Bellido se dan la mano en la Sala de Comisiones del Ayuntamiento. / E. D. C.

A algunos se les habrá pasado rápido, para otros puede que el tiempo haya corrido demasiado despacio. Dejando de lado lo relativo del tiempo, ya han transcurrido 200 días, medio año, desde que se conformara el cogobierno de PP y Ciudadanos (Cs), aunque a sus integrantes eso de cogobierno no se les ha escuchado mucho porque son más, como dijo hace apenas un par de días Miguel Ángel Torrico, de un “único” y “sólido” gobierno.

Precisamente al portavoz del PP en el Ayuntamiento le tocó, junto a la primera teniente de alcalde, Isabel Albás, hacer balance de este medio año. Un balance, todo hay que decirlo, al que ninguno de los dos, ni el popular ni Albás, pusieron una sola pega. Todo fueron congratulaciones para el trabajo bien hecho y las promesas cumplidas, un 47% de cumplimiento, concretamente, hilando fino.

No cabe duda de que a este gobierno, y especialmente al PP, le ha salido bien la jugada desde que aterrizara en Capitulares. Le avalaba, sobre todo, el hecho de que el gobierno saliente dejara la sensación de que se había hecho más bien poco o de que se había vendido mal.

Y ha sido el PP el partido más beneficiado de esa unión municipal porque, a su vez, también fue la formación que se quedó con las áreas con las que más lucirse en esta ciudad tan dada a los titulares grandilocuentes.

Solo hay que fijarse en las ruedas de prensa de Salvador Fuentes, presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), que tomó entre sus manos un caramelo envenenado, de los que da miedo degustar, y a quien le ha salido bien la jugada teniendo en cuenta que con dar la mínima luz a la maraña de oscuridad que había en temas como el de las licencias ya se podía salir airoso.

Por no hablar, claro está, del omnipresente espectáculo navideño de luz y sonido de Foro Romano (que sigue siendo Foro Romano, así, sin cambios). Estábamos en manga corta y en el plena ola de calor cuando el alcalde, José María Bellido, salió a presentar un arco navideño escrito para Iluminaciones Ximénez y dejando claro lo que iba a primar en estos meses.

Es más, en ese citado balance, Torrico calificó el espectáculo como un “símbolo” y lo nombró por delante de otras promesas cumplidas como el plan estratégico de la ciudad, el de choque con las licencias, la rebaja del billete del Cercanías (que ello siguen empeñados en llamar Metrotrén) o la comisión para elaborar el plan de gestión del Casco Histórico.

No cabe duda de que el espectáculo ha sido un éxito (más en fin de semana que un miércoles a las 21:30), pero habrá que esperar para hacer balance de lo bien (o lo normal) que le ha venido al comercio de cercanía.

En el otro lado está Cs, a quien se le ha notado la poca experiencia al mando de un Ayuntamiento como el de Córdoba y donde su mayor logro ha sido el plan de limpieza integral de Sadeco, que está muy bien, pero que ya existía sin necesidad de llamarse plan de limpieza integral.

Cs ostenta además otra delegación de las importantes, Turismo, a la que, sin embargo, le ha comido terreno la nueva concejalía de Casco Histórico –¿estrategia dentro del (co)gobierno sólido?–. Sin olvidar que con las tareas puras de esta delegación se ha hecho poco, tarde y dando la espalda a la oposición.

Y en cuanto a esa oposición, que lleva en el Ayuntamiento el mismo tiempo que el cogobierno, hay que decir bastante poco, más allá de preguntarse dónde se ha metido el PSOE o si a IU se le ha pasado ya el berrinche de no gobernar. También hay quien pregunta por Podemos y quien entiende que Vox protesta mucho, pero se le nota bien cuál es su sitio.

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