Esther Chaves, portavoz de la familia materna de Ruth y José, los niños de seis y tres años desaparecidos hace tres meses, aseguró ayer que el padre de los pequeños, José Bretón, que se encuentra en prisión, podría haber pedido la custodia de los pequeños "antes de hacerlos desaparecer y no ahora cuando considera que los niños no estaban bien cuidados por su madre". Chaves insistió en que si verdaderamente Bretón quería pedir la custodia "lo podría haber hecho antes de hacer este paripé de la desaparición de los niños". En este sentido, apuntó al padre de los pequeños como "el máximo responsable de su desaparición", a lo que añadió que "quienes lo conocen saben que es una persona muy controladora y que jamás perdería a los niños".

Del mismo modo, las portavoz de la familia materna de los menores hizo hincapié en la fortaleza de la madre de ambos, Ruth Ortiz, la cual, según indicó, se encuentra "muy fuerte para luchar por sus hijos, aunque sus horas de dolor y angustia las pase de puertas para dentro".

En cuanto a las medidas de búsqueda iniciadas por la propia familia como el despliegue en internet de carteles con las fotos de los niños en varios idiomas o el traslado a Portugal para buscarlos, señaló que, "por el momento, no hay ninguna pista a seguir", aunque precisó que el teléfono de contacto es el de la Policía y mantuvo que "las esperanzas siguen vivas".

El pasado domingo Ruth Ortiz manifestó, en una concentración silenciosa convocada en Córdoba para pedir la vuelta de los pequeños, que el padre de los mismos es "el responsable de la desaparición" de sus hijos. La madre de Ruth y José hizo estas declaraciones en la que fue la primera concentración a la que acude desde que sus hijos desaparecieran, y después de que la semana pasada mantuviese una reunión con el que todavía es su marido en el centro penitenciario en el que se encuentra recluido. "Todo el mundo que conoce a José Bretón sabe que él no ha perdido a los niños, y a los que no lo conocen se lo digo yo: él es el responsable de la desaparición de mis hijos y es él quien tiene que hablar (...) Lo que pasa es que es más fácil aferrarse a que los perdió que aceptar una cruda realidad", sentenció Ortiz.