Abrazos y llantos. Caras de alegría con los reencuentros entre compañeros. Caras de asombro al descubrir nuevos mundos. Olor a libros de estreno. Son algunas de las notas del primer día de clases y que ayer protagonizaron casi 75.000 niños matriculados en Infantil de secundo ciclo y en Primaria. Para ellos, las vacaciones de verano se han acabado y comienza ahora el curso escolar, con nueve meses por delante repletos de enseñanzas.

Aunque el primer día del curso suele ser más liviano y se dedica a las presentaciones de las tareas, horarios y contenidos venideros, la actividad en los colegios empezó a primera hora de la mañana. Por ejemplo, en el centro Santuario cinco pequeños entraron a las 07:30 como usuarios del aula matinal. Ellos fueron los primeros de la jornada que pone fin al verano y la inaugural de la vuelta a la normalidad en muchas casas. El aula matinal es uno de los servicios que ofrece la Junta a los padres para que dejen a sus hijos en los centros educativos a primera hora de la mañana y puedan conciliar la vida laboral con la familiar. Y es lo que hoy hará con su hijo Elena Espinal, madre del colegio Santuario que tiene que hacer uso de este programa y que ayer acudió a dejar a su primogénito que comenzaba su paso por Educación Primaria. La madre relató que su hijo "tenía ya ganas de venir al colegio" y aludió a la dificultad de conciliar el horario de trabajo con la hora de acceso al centro, alrededor de las 10:30. "He tenido que pedir el día libre en el trabajo para poder venir", anotó. Junta a ella, Nieves Rabadán también era testigo de cómo su hijo mayor emprendía el camino a su aula de primero de Primaria en el mismo colegio. "Estaba contento y emocionado", señaló y añadió que también ella tuvo que pedir el día libre en su empresa para ir al colegio y dejar tanto al mayor como al hijo pequeño, que recibe clases en Infantil. Tras casi tres meses de vacaciones, continuó, "les hacía falta un poco de actividad y estaban un poco revolucionados".

El colegio Santuario, construido en 1976, fue el elegido por la nueva delegada de Educación, Esther Ruiz, como visita oficial el primer día de clases del curso 2015-2016. A su juicio, el de Santuario es un centro "referente" y se encuentra ubicado en un "barrio obrero". Son más de 400 los alumnos que acuden cada día a las aulas de este centro, según explicó su secretario, Manuel Peinado, quien aludió a que en el colegio tienen problemas en la llegada de material educativo, como los libros de Religión católica y Matemáticas, pero que esperan solucionar. Otro de los puntos que destacó el secretario fue la gran aceptación entre las familias del comedor escolar -de gestión directa-, que tiene 230 plazas este curso y que acumula una lista de espera de 43 niños que se han quedado fuera por falta de puestos. Por cierto, que ayer los niños del Santuario almorzaron sopa de cocido con garbanzos y arroz, flamenquín y ensalada y sandía de postre.

La actividad también regresó a las aulas del colegio Trinidad y su directora, María del Carmen Bujalance, recibió a los padres de los alumnos de Infantil y Primaria para darles la bienvenida e informarles de los contenidos y de las novedades del curso 2015-2016. Al igual que en la mayoría de colegios de la provincia, la vuelta a las aulas se hizo de manera escalonada, y los primeros alumnos en entrar lo hicieron a las 10:00. No obstante, también hubo alguna que otra excepción y, por ejemplo, en el colegio Santa Victoria las clases empezaron a las 09:00. En el colegio Caballeros de Santiago, en la calle Agustín Moreno, también hubo momentos para el reencuentro de amigos y algún que otro llanto desconsolado entre los más pequeños.

Por el momento, sólo faltan por incorporarse a las aulas los alumnos de Secundaria, Bachillerato y ciclos formativos, que lo harán a partir de la semana próxima, que será cuando todos los centros educativos cordobeses, incluidos los universitarios, estén al completo.