Consumo Los efectos de la nueva legislación sanitaria

Del estanco a la farmacia

  • Las personas que quieren dejar de fumar acuden a las boticas para encontrar el mejor remedio para dejar este hábito con los clásicos chicles o cigarrillos electrónicos

La entrada de un año nuevo es suficiente para que cientos de personas se pongan como reto tener nuevos hábitos, tales como aprender inglés, hacer más ejercicio, adelgazar y, cómo no, dejar el tabaco. Ésta última intención se ha convertido casi en obligatoria para los fumadores, sobre todo, con la entrada en vigor de la ley del tabaco y la prohibición de fumar en ningún tipo de establecimiento público.

Dejar este hábito conlleva mucha dificultad y requiere una gran fuerza de voluntad por parte de quien quiere cumplirlo. Por eso, muchos fumadores buscan ayuda médica o recurren a las farmacias para encontrar la fórmula más adecuada. Así las cosas, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos, Fernando Grande, reconoce que en estos primeros días de enero las boticas se han llenado de futuros -o presuntos- ex fumadores que preguntan los remedios para poder dejar este hábito.

Desde hace tiempo, subraya, "se está notando un aumento de las consultas acerca de los productos que hay para dejar de fumar". En el mercado farmacéutico hay toda una serie de elementos destinados o que ayudan a acabar con esta adicción poco a poco. Entre otros, según la información facilitada por Grande, se encuentran los clásicos parches de nicotina y los chicles. A estos dos remedios, se suman los cigarrillos eléctricos que, según el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos, "no son lo mismo que el tabaco, pero quitan el mono". El precio de estos cigarros, continúa, es de alrededor de 60 euros, mientras que el resto de remedios farmacéuticos suelen rondar los 12 euros. La ventaja del cigarro electrónico es que cualquier persona puede fumar en cualquier lugar, sin molestar a otras personas. Y es que el humo que desprende no es perjudicial para la salud.

La entrada en vigor de la nueva ley ha suscitado la polémica entre los fumadores y los que no tienen esta adicción y también entre el sector de la hostelería, que calcula que destruirá unos 3.000 puestos de trabajo en toda la provincia. El sector asegura también que la pérdida de clientes obligará a cerrar más de 1.000 de negocios.

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