El investigador Mariano Barbacid, el padre Ángel, el equipo de trasplante pulmonar del Hospital Reina Sofía y Fernando Romay en representación de la Selección Española de Baloncesto han recogido en el Teatro Góngora los Premios Averroes de Oro Ciudad de Córdoba, que cada año otorga la Asociación Profesional de Informadores Técnicos Sanitarios. Estos galardones reconocen a personas o instituciones en la categoría de Ciencias Médicas, Investigación Científica y Técnica, Valores Humanos y Deportes apelando al espíritu del sabio cordobés del siglo XII.

El padre Ángel –que ha sido reconocido en la categoría de Valores Humanos– ha explicado que “con los compañeros que vienen y los que han estado aquí” para recoger este premio, “uno se siente con un pudor especial”.

En su opinión, los reconocimientos sirven “para dar un mensaje a la gente y, sobre todo, para decir que entre todos podemos hacer un mundo mejor”. En su caso, el galardón “es para entregarlo a los sintecho de la iglesia de San Antón y para poder decirles que la sociedad a veces también se acuerda de ellos”, ha indicado el fundador de la ONG Mensajeros de la Paz.

El investigador Mariano Barbacid, que ha recogido con “emoción y orgullo” el Averroes de Oro en la categoría de Investigación Científica y Técnica, ha confesado que “los premios siempre se reciben con mucho agrado, y máxime este que tiene una solera de muchos años”. En su discurso, ha llamado la atención sobre la falta de inversión y la falta de apoyo a la ciencia, una circunstancia que hace difícil el trabajo de los investigadores españoles.

Los galardones se dieron por primera vez en 1973 solo en la categoría de Medicina

En representación de la Selección Española de Baloncesto, Fernando Romay ha recibido el Averroes a los Deportes y ha resaltado que “los tres premios, incluido el de baloncesto, tienen algo en común, y es que hay mucho esfuerzo por detrás, una buena técnica, pero sobre todo muchísimo corazón”. En esa línea, ha puntualizado que “lo que nos han demostrado los equipos, tanto los de chicos como los de chicas, es que han jugado un baloncesto de corazón por encima de la técnica, y eso es lo que más le ha llegado a la gente”.

Por último, Ángel Salvatierra, Francisco Santos y María Ortiz Muñoz han acudido a esta gala en nombre de la Unidad de Cirugía Torácica y de Trasplante Pulmonar del Reina Sofía, reconocida en el ámbito de Ciencias Médicas. Al respecto, Salvatierra ha asegurado que este es “el reconocimiento a una larga trayectoria de muchos profesionales que han dado lo mejor de sí mismos para ayudar a gente que lo necesita”. A la vez, para estos doctores supone “un estímulo para continuar, si cabe, con más ilusión con el fin de intentar restablecer la salud y la alegría de muchos pacientes que sufren”, ha confesado el cirujano.

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, que ha abierto el acto, ha destacado que los Averroes “son unos premios que llevan el nombre de Córdoba y que lo pasean por toda la geografía nacional e internacional con mucho orgullo por contar con personalidades que les dan prestigio”.

María de la Paz Martín Navas, durante su discurso.

La presidenta de la Asociación Profesional de Informadores Técnicos Sanitarios Círculo Cultural Averroes, María de la Paz Martín Navas, ha manifestado al inicio de la gala que en esta edición “volvemos a rendir tributo de reconocimiento y ejemplaridad a la excelencia y la trascendencia de la obra conseguida, en bien de la sociedad, por nuestros galardonados”.

Así, se ha dirigido a ellos para decirles que “nos sentimos orgullosos de vuestra trayectoria profesional y humana, de vuestros éxitos; que se unifican con la misma finalidad, con los mismos ideales y sentimientos; unos éxitos que se igualan con los de nuestra ciudad y con los del Círculo Cultural Averroes”.

Por su parte, el presidente de la comisión organizadora de los premios, Antonio Campos, ha recordado que este año se celebra el 50 aniversario de la fundación de la asociación. “Se dice, y estoy de acuerdo –ha señalado–, que la edad es un número y que el camino que vamos recorriendo en nuestra vida persona, social, profesional y, en nuestro caso, cultural, es solo un paseo del que no conocemos su final. Un bello paseo, en nuestro caso, lleno de amor, solidaridad, concordia y reconocimiento de todas las personas que nos hacen ser más felices”.

Además, ha incidido en que en 1973 se creó e instituyó anualmente el Premio Averroes, que se concedía a personas o instituciones relacionadas con la Medicina por su labor profesional y humana. En 2003, la junta directiva de la asociación aprobó que los premios se abrieran a las disciplinas que actualmente representan.