Fiesta de los Patios

Una despedida multitudinaria

  • El segundo fin de semana se caracteriza por las grandes aglomeraciones propiciadas ºen gran parte por el hecho de que se conozcan ya los recintos premiados en el certamen

Las colas para visitar varios patios de la ruta del Alcázar Viejo se mezclan en la calle San Basilio.

Las colas para visitar varios patios de la ruta del Alcázar Viejo se mezclan en la calle San Basilio. / reportaje gráfico: jordi vidal

"¿crees que merecerá la pena?". Esta pregunta se repetía ayer en muchos puntos de la ciudad, concretamente en las rutas de la Fiesta de los Patios. "¿Pero tú has visto toda esta cola?". Largas filas de turistas (porque había pocos cordobeses) se aglomeraban a las puertas de los recintos para disfrutar del considerado día grande de esta fiesta. "Yo creo que mínimo son 15 minutos de espera". Y algunos más.

Los Patios echarán hoy el cierre a una edición que, como viene siendo habitual, ha reunido a miles de personas que por mayo acuden a Córdoba para disfrutar de esta fiesta tan singular. Han vuelto a repetirse algunas de las máximas que cada año se marcan como objetivo a mejorar. Una de ellas es la concentración de visitantes en algunas rutas, dejando otras mucho más libres y cómodas de hacer. Esto no se nota tanto entre semana, pero al llegar el sábado la cosa cambia mucho.

A pesar de los numerosos intentos por descongestionar puntos como el Alcázar Viejo, lo cierto es que la comodidad para los autobuses turísticos hace que descargar en esta zona sea mucho más fácil. Por lo tanto, este punto de la ciudad se convierte cada mayo en un hervidero de visitantes que quieren conocer los entresijos de la fiesta más característica de este mes. La calle San Basilio era lugar de estancia durante más de media hora para aquellos que hacían colas, las cuales se entremezclaban unas con otras y no dejaban muy claro cuál era el recinto que había que visitar. Todos los patios, eso sí, atrajeron las felicitaciones de los turistas, gran parte de ellos españoles, y otros tantos repetidores de otros años. Este era el caso de Jacinta y José, que ya vinieron el año pasado, y al quedar "maravillados", como reconocieron, decidieron que había que volver. Lo hicieron, además, acompañados de un matrimonio amigo que nunca había estado en Córdoba. "Ahora vamos a ser nosotros los que tengamos que volver el año que viene", comentaba Aurora, que reconoció que "en un día como hoy es imposible verlo todo como quisiéramos, además, tenemos que visitar la Mezquita-Catedral, que no hemos tenido tiempo".

Fue precisamente esta fiesta la que hizo que el resto de monumentos del Casco Histórico estuviera a rebosar, más aún de lo normal. Había quienes veían las colas y se daban la vuelta para visitar las Caballerizas Reales o el Alcázar de los Reyes Cristianos, que a pesar de acumular a muchos visitantes ni de lejos se acercaron a tener tanta expectación como los patios.

Y es que el tirón de los recintos se multiplica durante este segundo fin de semana, cuando ya se conoce a los ganadores y los visitantes quieren ver aquellos galardonados y descubrir por qué lo han sido. La ruta de los ganadores era ayer el camino que recorría un grupo de amigas venidas desde Toledo para celebrar una despedida de soltera "tranquilita", según reconocía la propia novia, Marina. "Nos gusta la fiesta, pero yo creo que podemos juntarlo todo", apuntaba esta futura novia a la que habían vestido de margarita, lo que hacía que pegara mucho con el entorno. Eran las 12:00 y ya buscaban terraza para reponer las fuerzas perdidas durante la caminata, bajo un sol de justicia: "Nos pensábamos que abrían antes y llevamos desde las 9:00 en la calle, pero al menos así hemos llegado las primeras", bromeaban las amigas de la novia a punto de pedir una cerveza.

Así que en el Alcázar Viejo se unió su tirón tradicional con el hecho de que siempre contenga a muchos de los recintos premiados, como lo han sido este año Martín de Roa, 9; San Basilio, 44 o Postrera, 28. Ese tirón del éxito es el que volvió a vivir el patio de la calle Marroquíes, el famoso número 6, que en este certamen ha conseguido su noveno primer premio (al que se unen mucho segundos, terceros, cuartos e incluso quintos, y otras diversas menciones y títulos).

El que es el patio más grande de todo el concurso, y quizá uno de los más premiados, acumuló también largas colas a pesar de su alta capacidad, mucho más extensa que la del resto de patios. La característica de este recinto, sin embargo, es que hay que verlo haciendo cola por sus tradicionales pasillos, que están salpicados de talleres y viviendas muy llamativas para las fotos de Instagram (lo que todavía ralentiza más el paso). La mejor estampa buscaba un instagramer de 17 años, Lolo, un sevillano con "más de 1.400 seguidores" en la citada red social que ponía cara de pensar mientras su madre intentaba captar su mejor expresión.

Algo más tranquilo se encontraba el patio situado junto a la iglesia del Juramento de San Rafael. Poco antes de las 14:00 los había rezagados que acudían hasta allí dentro de la ruta marcada por los recintos de San Lorenzo para admitir un patio que lleva pocos años en el concurso pero que tiene sello propio. Con el cuidado de la hermandad de San Rafael, este recinto (que realmente son dos patios) también recibió la enhorabuena de todo aquel que se acercaba y que coincidía en "la tranquilidad" de poder disfrutar de un ambiente de este tipo.

Y así transcurrió el segundo y último sábado de la fiesta. Masificaciones, largas colas, calor y una ciudad a rebosar a la que todavía le queda un día de patios por delante. Visto lo visto, el día de hoy se parecerá mucho al de ayer, con la idea en mente de que habrá que cerrar para volver a abrir dentro de un año. Sea como fuere, y con todos los retos que hay por delante, los turistas se irán respondiendo sus propias preguntas: "Sí, ha merecido la pena".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios