La defensa de Rafael Hidalgo Castro, conocido como El Rafi, acusado de un delito de asesinato en Bujalance (Córdoba) por presuntamente matar a José Reyes, de 51 años, considera los hechos como un homicidio imprudente, por lo que estima que debería ser condenado a una pena de un año de cárcel y, subsidiariamente, a cinco años por homicidio con eximente incompleta.

En sus conclusiones finales, el letrado rechaza así el delito de asesinato porque "no existe un elemento probatorio de la alevosía", a la que aluden el fiscal y la acusación particular. Sí dice que debe considerarse la eximente incompleta de trastorno de personalidad y de drogodependencia, y que en vez de su ingreso en prisión debería determinarse su internamiento en un centro especializado.

Asimismo, la defensa ha pedido al jurado que tenga en cuenta el in dubio pro reo, ya que si tienen alguna duda en cuanto a cómo ocurrieron los hechos, el acusado debe ser absuelto, defendiendo el letrado que el único móvil que podría llevar al procesado a matar a José Reyes era el de defender a su familia tras la pelea que se originó.

En cuanto a la incapacidad del fallecido, el letrado ha hecho referencia a la declaración de una médica especialista quien mostró su "sorpresa" por el hecho de que José Reyes necesitara muletas para moverse, ya que tan solo contaba con un 40 por ciento de minusvalía. También, sobre el delito de atentado del que se acusa a El Rafi, la defensa ha expuesto que, basándose en las declaraciones del agente de la Guardia Civil, el acusado no tenía intención de agredirle, por lo que apunta que "no hay atentado si no existe intención".

Por su parte, la fiscalía y la acusación particular han elevado a definitivas sus conclusiones provisionales, por lo que el ministerio público mantiene pedir 17 años de cárcel por asesinato, otros dos años y siete meses por un delito de tenencia ilícita de armas y otros dos por atentado. Sin embargo, la acusación pide 25 años por un delito de asesinato y otros dos años y ocho meses más por un delito de tenencia ilícita de armas.

Así, el fiscal dice que el acusado es "responsable" de la muerte de José Reyes y "no hay duda de que disparó, ya que así lo ha reconocido también el procesado". También ha aludido al hecho de que un médico forense descartara la posibilidad de que 'El Rafi' disparara al aire, lo que "no compagina con la tesis del acusado".

"De forma sorpresiva"

El fiscal mantiene que el encartado actuó de forma "sorpresiva e inesperada porque salió de su casa y con la pistola escondida". Esto se suma a que la víctima no podía defenderse porque tenía una enfermedad degenerativa y necesitaba muletas para caminar, según ha subrayado.

Además, dice que "es imposible que concurra la legítima defensa porque para ello era necesario una agresión de la víctima y no la hubo", a pesar de que el letrado del acusado hizo mención a otro proceso por el cual el ministerio público acusaba a la familia de José Reyes de agredir a la de El Rafi el mismo día de los hechos.

También, el fiscal dice que el acusado tenía una capacidad de voluntad normal y no tenía déficit en el control de sus impulsos. Por su parte, la acusación particular ha solicitado un veredicto de culpabilidad y dice que mató a la víctima aprovechándose de su imposibilidad de defensa. Al contrario que el fiscal, no considera en su petición que el procesado estuviera afectado por un trastorno de personalidad y el consumo de drogas.

Al final de la sesión, El Rafi se ha dirigido al jurado y ha asegurado que no fue a matar, sino a sacar a su familia de la pelea que se estaba produciendo y en la que él también fue agredido. Ha afirmado que él no apuntó a nadie con la pistola y no se siente un asesino, ni "capaz de matar a nadie". El acusado solo ha pedido justicia y dice que si tiene que pagarlo con 60 años lo hará, pero solo quiere la verdad.

De este modo, y tras la presentación de los informes finales, el caso queda pendiente del veredicto del jurado, que se producirá en los próximos días.