Festejos

La cultura permite a Córdoba celebrar la noche de San Juan

Un momento de 'Caterina', en los jardines de Colón.

Un momento de 'Caterina', en los jardines de Colón. / Juan Ayala

Córdoba ha vivido la mágica noche de San Juan un año más y, en este caso, contra todo pronóstico. Tras el estado de alarma ésta ha sido una de las primeras celebraciones que se ha hecho hueco en el atípico calendario del 2020 y ha tomado la ciudad con la cultura como motor de la noche.

Cinco espectáculos han tomado el protagonismo de la cita, cuatro de ellos estrenos, que han tenido lugar en distintos puntos de la ciudad a las 22:15 de forma simultánea. Estas actividades culturales han sido posibles gracias a la puesta en marcha del programa Cultura en Red, organizado por la Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Córdoba.

Esto ha supuesto, además, volver a tener la opción de acercar la cultura a los barrios de Córdoba. Así, el Campo de la Merced ha vivido el espectáculo Caterina, estrenado con anterioridad; el Parque de la Asomadilla, el musical La vieja choza; el Parque Miralbaida, el musical Libres; el Molino de San Antonio, el espectáculo Flamencas: Las imprescindibles; y el Parque Fidiana, el espectáculo de danza contemporánea aérea Amarillas.

La limitación de aforo solo a permitido que alrededor de 200 personas pudiesen disfrutar de cada uno de los espectáculos. Para cumplir con las nuevas reglas sanitarias instauradas por el coronavirus, los asientos se han colocado manteniendo las distancias de seguridad y se han ido ocupando en función del orden de llegada, con espacios reservados para personas con movilidad reducida. No se permitirán aglomeraciones en torno al perímetro, una vez completado el aforo.

Caterina ha tomado el Campo de la Verdad. Con guión de Jesús Leiros y dirección de Máximo Ortega sobre la vida y obra de Santa Catalina de Siena, cuenta con la participación de la actriz Auxi Jiménez y la agrupación coral polifónica Cantábile, que dirige Rafael Wals Dantas. Caterina Benincasa creció en su ciudad natal de Siena y antes de la adolescencia decidió oponerse al matrimonio que preparaban para ella, cortándose el pelo y cubriéndose la cabeza con un velo. Dueña de su propio destino, acabó convirtiéndose en escritora y doctora de la Iglesia, conocida por todos como Santa Catalina de Siena.

Por su parte, el parque de la Asomadilla ha vivido el estreno de La vieja choza, escrito por María del Mar Prats y dirigido por Davide Chouus. Se trata de un espectáculo de música tradicional andaluza en el que han participado los cantaores María José Jiménez, Tony Miranda y Gema Mariscal, con Luis Dávila a la guitarra. Un recorrido por aquella época en la que Doñana era un parque vivo donde convivían las gentes del campo subsistiendo con sus viejos oficios de carbonero o salinero, entre otros.

En el musical Libres, escrito y dirigido por Jesús Leiros, ha visitado el parque de Miralbaida. En él han participado los cantaores Mayte Adrián, Dani Contreras, Pilar Márquez e Isabel María Durán, acompañados al piano Juan Antonio Sánchez.

El apelativo de folklórico ha sido cargado de connotaciones negativas durante décadas, aún hoy se utiliza como lo opuesto a la vanguardia a todos los niveles. Lola, Rocío, Bambino y María fueron libres, adelantados a su tiempo y ajenos a las estrictas normas morales con la que la sociedad quería condicionar su vida y su obra.

Mientras tanto, en el Molino de San Antonio el público ha asistido a Las imprescindibles. Un espectáculo en el que la antropóloga Cristina Cruces ha adentrado a los espectadores en la historia del flamenco desde una perspectiva diferente, la de aquellas mujeres que fueron trascendentales en ella. Han participado Fuensanta Blanco, al baile; Elena Morales, al cante; Inma Morales, al toque; Belén y Lorena Osuna, a las palmas; y Eles Bellido, al violín.

Finalmente, la danza contemporánea aérea se ha trasladado al parque Fidiana con Amarillas. Un espectáculo con idea, coreografía y dirección de Eva Panadero, que además ha sido una de las intérpretes junto a las también bailarinas Blanca Cuadrado y María José Fernández. Amarillas es una obra de danza con un nexo de unión que surge en una etapa de cambios y encuentros. 

Con todas ellas, Córdoba ha vuelto a latir cultura y festejo. Aún con el coronavirus y los posibles rebrotes muy presentes, este tipo de iniciativas devuelven la vida a la ciudad ahora que llega el verano. Si se respetan las pautas marcadas, en las próximas semanas aún aguardan más citas con las que evadirse.

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