Definitivamente, la sexta ola de la pandemia del coronavirus ha explosionado en la víspera de la Navidad en Córdoba. La provincia ha anotado este viernes 17 de diciembre 632 nuevos contagios, su tope desde el ya lejano 23 de julio (677 positivos), cuando caminaba por una situación similar en la quinta oleada. Porque entonces, y de manera más pronunciada ahora, los efectos de la vacunación frenan el crecimiento de la presión asistencial -tanto en planta como en UCI- y, por consiguiente, también el número de fallecidos.

Pero esto no quiere decir que todo vaya bien; más bien, lo contrario, lo que invita a la población a volver a tomar conciencia de la presencia del virus SARS-CoV-2 (con sus múltiples variantes, como la más reciente ómicrom) tras unas semanas, quizás meses, de relajación excesiva. Porque de momento parece claro que no va a haber ningún tipo de restricciones impuestas por las autoridades, ni del Estado ni regionales, lo que deja en la conciencia individual la convivencia con el covid en unos tiempos de reuniones y mucho contacto.

La última actualización del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) refleja precisamente el descontrol de las últimas semanas, y marca un nuevo tope en esta llamada ya sexta ola. Este viernes, la provincia de Córdoba ha sumado 632 contagios, que se suman a los 506 del martes, los 470 del jueves y los 364 del miércoles. En solo cuatro días, casi 2.000 positivos. Claro está que esto ha disparado no solo el total de infectados (78.374), sino también los casos activos, que son ya 3.685.

Hay que recordar que las personas que tienen en estos momentos la capacidad para transmitir el covid-19 salen de restar los fallecidos y los curados a los contagiados. Sin que, afortunadamente, haya habido que lamentar nuevos decesos -la cifra sigue establecida en 1.100 desde el pasado día 11-, las altas médicas sí han aumentado en 130, para un global de 73.589. Cifra importante, si bien ahora mismo no puede batallar con los positivos que se comunican en cada parte.

Con todo, la enorme diferencia de este sexta ola respecto a las anteriores está en el reflejo de los positivos en la presión asistencial, que es notablemente inferior. Por mucho que los hospitalizados estén creciendo, y eso siempre es una mala noticia, la curva proporcional es mucho más plana que en otras fases de la crisis sanitaria. Este viernes, la Consejería de Salud y Familias ha anotado ocho ingresos más, de los que dos han requerido tratamiento en el área de cuidados intensivos. Eso, sin embargo, no se ha visto reflejado en la presión, pues como el jueves, se mantienen 64 personas hospitalizadas, 19 de ellas en la UCI.

La incidencia sube como un tiro

Al margen de todos los parámetros antes mencionados, el incremento del número de contagios tiene una influencia directa en la incidencia, que sigue subiendo como un tiro. En apenas 24 horas, el aumento en el total de la provincia ha sido de casi 67 puntos, pasando de los 306,7 del jueves, que ya la situaban en el nivel de riesgo alto, a los 373,5 de este viernes. Este dato ya no se moverá hasta el próximo lunes -los fines de semana no se comunican los datos-, por lo que habrá que estar atentos a su evolución.

Como también habrá que estarlo referente a las áreas sanitarias en las que se divide la provincia. Porque la capital, que abrió el camino hacia la incertidumbre, está disparada y ya está en riesgo extremo (o muy alto), pues anota ya 535,2 casos por cada 100.000 habitantes, por los 438,3 de la jornada previa, lo que supone una subida de 97 puntos. La mitad ha crecido la tasa en la Zona Norte (49 puntos) para marcar ya 309,6 casos y abandonar el riesgo medio para entrar en el alto.

Así, en este nivel ya solo se mantienen los distritos Guadalquivir y Sur, aunque también crecen, y no poco. El primero de ellos ha tenido este viernes un incremento de 58 puntos y ya está en 278,2 casos, acercándose también a ese tercer escalón, mientras que el primero ha subido apenas 38 puntos para quedarse en 231,1.

Plan de inmunización

Desde que comenzó la campaña de vacunación los profesionales del Servicio Andaluz de Salud ya han administrado en Córdoba un total de 1.448.365 dosis, tras la inoculación de más de 8.000 en las últimas 24 horas. Con todo ello, 667.263 personas han recibido al menos una dosis del suero contra el covid, lo que representa más del 84,5% del total, mientras que 653.279 cuentan con la pauta completa, que todavía se considera de dos dosis, más del 83,4% del total.

En cuanto a las dosis de refuerzo, Salud ha informado que en Córdoba son ya 196.516 las personas que tienen la tercera dosis, de las que 160.683 tienen más de 60 años. Además, en la campaña pediátrica ya han recibido pinchazos 5.377 niños de entre 5 y 11 años, si bien el grupo de edad fijado actualmente es el mayor, que va de los 9 a los 11 años.