La sexta ola de la pandemia, que arrancó con un repunte a finales de noviembre causado aún por la variante delta y explotó definitivamente semanas después con la irrupción de ómicrom, ha dejado ya en Córdoba 27.728 contagios de covid, tras los 1.993 anotados este jueves 6 de enero. Dicho de otro modo, la provincia ha contabilizado en el último mes un 26,9% de los más de 100.000 positivos totales que arrastra en los casi 22 meses acumulados de esta crisis sanitaria que se destapó oficialmente en España en marzo de 2020.

Como ya ocurriera hace un año, el cambio de año ha recrudecido los efectos de la pandemia, aunque ahora con algún matiz importante. En esta ocasión, el impresionante repunte de contagios ha llegado previo a la Navidad y no como consecuencia de ésta; la presión hospitalaria, aunque en números que ya alertan, anda lejos de un colapso que sí afecta a la Atención Primaria -consecuencia directa de la variación en los efectos del virus-, y la cifra de fallecidos, que sigue creciendo, lo hace de forma mucho más ralentizada.

La explosión de positivos que durante tres semanas ha azotado Córdoba -el respiro del miércoles, con un dato inferior al millar por primera vez en dos semanas parece que ha sido solo un espejismo- ha convertido a la sexta ola en la más infecciosa de toda la pandemia del coronavirus. Uno de cada cuatro contagios en la provincia se ha detectado en el último mes, a los que a buen seguro habrá que sumar otros muchos que se han quedado en el olvido por la imposibilidad de realizar bien las labores de rastreo y seguimiento.

Con los 1.993 positivos que la Consejería de Salud y Familias ha anotado este jueves 6 de enero, la cifra total de cordobeses infectados asciende a 102.847 (102.337 teniendo en cuenta únicamente los resultados obtenidos mediante PCR o test de antígenos). De ellos, 27.728 se han producido desde principios de diciembre, que ya arrancó con 75.119 contagios detectados, lo que ha disparado los casos activos, que marcan cifras récord (24.395 en la actualidad) y la incidencia, si bien este indicador ya experimentó una bajada el miércoles que invita al optimismo, aunque tendrá que ser refrendada en próximas actualizaciones.

Por suerte, el nuevo subidón de positivos, que aparta la idea de que Córdoba pudiera haber alcanzado ya el pico, no ha tenido reflejo en la presión hospitalaria, que es ahora el el foco para el control de la pandemia, dado que la letalidad ha disminuido enormemente con el efecto de la vacuna. De hecho, por segundo día consecutivo, la presión asistencial desciende a pesar del alto número de ingresos que tienen que realizar los centros sanitarios. En la actualidad hay 148 cordobeses hospitalizados -cinco menos que el miércoles-, si bien 30 están en la Unidad de Cuidados Intensivos, tres más que en la jornada previa. Aunque el número es mucho mayor que el que había en el arranque de la sexta ola -25 ingresados, ocho en críticos-, el porcentaje de enfermos que acaba en el hospital se ha reducido a la mitad y un tercio, respectivamente.

Para completar su informe diario, la Consejería que dirige el cordobés Jesús Aguirre, ha notificado otras dos muertes en la provincia, que elevan a ocho la cifra en lo que va de 2022 y a 31 desde el 1 de diciembre, lo que evidencia el exitoso efecto de la campaña de vacunación, ya que el total de fallecidos en lo que va de crisis sanitaria es de 1.127. En el otro lado de la balanza, los curados han crecido en 360 después de dos días sin que se comunicaran altas médicas, que ascienden ya a 75.723 (3.302 en el último mes, en claro contraste con el subidón de contagios).

Más de 22.000 niños ya están vacunados

Según los datos facilitados por Salud, 659.404 cordobeses tienen puesta la pauta completa de la vacuna (las dos dosis iniciales o la única de Janssen), mientras que 688.790 han recibido al menos un pinchazo. Eso dispara la cobertura por encima del 84% sobre el total de la población y del 94% sobre los mayores de 12 años.

Además, en Córdoba la cifra de personas que ya tiene la tercera dosis, la llamada de refuerzo, asciende a 249.222 -unas 4.000 más que en la jornada previa-, de las que 185.412 tienen más de 60 años y 30.572 están en la franja de edad que va de los 59 a los 50. Una buenísima cifra que se completa con la de los menores de entre 5 y 12 años que ya han recibido la primera vacuna: 22.103. En estos grupos insiste ahora la Junta de Andalucía para minimizar los efectos de la variante ómicrom.