Córdoba

El consumo de fármacos contra el dolor se dispara en el sector de la dependencia

  • CCOO celebra un encuentro sobre prevención de riesgos en residencias y ayuda a domicilio

Participantes en las jornadas ‘Tus derechos, la mejor medicina’.

Participantes en las jornadas ‘Tus derechos, la mejor medicina’. / El Día

Una habitación, otra habitación, levanta, lava, viste… Otra habitación, otra más… Y todo esto listo para que todos y todas puedan desayunar a la hora. Y después vuelve a empezar. Una carga de trabajo consecuencia de, como denuncia CCOO, unas ratios insuficientes que exigen tan solo dos gerocultoras por cada diez usuarios de una residencia para mayores en situación de dependencia.

Estas son las condiciones en las que desarrollan su trabajo diariamente las más de 6.000 trabajadoras del sector de la dependencia en Córdoba, unas 2.300 en residencias y el resto en servicios de ayuda a domicilio, un colectivo que, por estas circunstancias, presenta un elevado consumo de fármacos y psicofármacos para paliar sus dolores musculares y rebajar su nivel de ansiedad. 

Estas son algunas de las conclusiones que se han dado a conocer en la jornada Tus derechos, la mejor medicina, fruto de una iniciativa que recoge las conclusiones de nueve grupos de discusión y 24 entrevistas en profundidad realizadas en nueve ciudades españolas entre personal del sector (gerocultoras, limpiadoras, enfermeras, personal de Medicina del trabajo y atención, servicios de prevención, representantes sindicales, etc.).

En cuanto a las formas de consumo, la campaña revela que se trata de un “policonsumo”, ya que unos medicamentos les lleva al consumo de otros para paliar los efectos de los primeros. Entre los fármacos que más consumen destacan los analgésicos o antiinflamatorios y los relajantes para aliviar el dolor muscular.

Luego surgen los ansiolíticos para tratar el estrés y la ansiedad que sufren por las altas cargas y ritmos de trabajo ocasionados por unos residentes cada vez más pluripatológicos que suponen mayor grado de dependencia y, por tanto, de atención. Muchos de estos fármacos implican la utilización de otros como por ejemplo protectores gástricos, etc. para paliar los efectos secundarios de los anteriores. 

Los grupos de discusión y las entrevistas han revelado también que en  la mayor parte de los casos, analgésicos y antiinflamatorios no son recetados por un profesional, funciona mucho el boca a boca. 

Para CCOO, es “imprescindible” que se evalúen adecuadamente los riesgos a los que están sometidas estas trabajadoras, que se mejore significativamente la vigilancia preventiva de la salud y que se garantice una formación adecuada para cada puesto de trabajo, cubriendo aspectos técnicos y relacionales en las residencias.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios