Los comerciantes de la zona de La Viñuela, el centro abierto con mayor número de tiendas de toda la capital, sufren desde hace varios meses una oleada de robos en sus establecimientos. Así lo ha denunciado a El Día la presidenta de este colectivo, Concepción Medina, al hacerse eco de una situación "insostenible" que le trasladan "a diario" los propios profesionales que trabajan en un espacio que comprende las avenidas de Barcelona, la Viñuela, Jesús Rescatado, Rabanales y varias decenas de calles adyacentes. La representante de este colectivo vinculó el aumento de los hechos con la existencia de focos de marginalidad, uno de ellos situado en los Jardines Elena Moyano Madre Coraje -más conocidos como el parque de los teletubbies- y una de las explanadas que hay junto al cementerio de San Rafael. En este punto, incidió, existe un asentamiento de transeúntes.

No se trata de uno o dos robos aislados, sino de un elevado número de hurtos. Así de tajante se mostró Medina al analizar el delicado escenario que aseguran que padecen. Sin embargo, según expresó la presidenta de la asociación el problema es que, al tratarse de robos que no superan la cuantía de 300 euros "todo queda en nada a efectos judiciales". Pese a ello, Concepción Medina animó a los comerciantes a denunciar este tipo de casos y recordó la posibilidad de hacerla por vía telefónica, al tiempo que reclamó un mayor esfuerzo al Cuerpo Nacional de Policía para tratar de controlar una situación que "va a más".

Al abordar los dos principales focos de marginalidad que hay en el barrio, la representante de los comerciantes de La Viñuela se detuvo especialmente en el que hay en los jardines, donde dijo que se reúnen a diario "muchos mendigos, incluso a horas en los que todavía hay niños en el parque". No hay que olvidar que este parque es la principal zona verde con la que cuenta esta parte de la ciudad a falta del desarrollo del demandado proyecto del parque de Levante. Fuentes consultadas en el barrio aseguran que en esta parte de la ciudad se producen también episodios de venta de drogas a pequeña escala.

En lo que respecta al asentamiento ubicado en la avenida de Libia, Medina declaró que "parece ser que llegan sólo por las noches" y precisó que tiene constancia de la presencia de alrededor de una decena de personas en este punto, eso sí, a determinadas horas del día. Explicó en este sentido que este núcleo de la avenida de Libia es como una "especie de punto de encuentro".

Pero esta ola de robos no es exclusiva de los comerciantes, quienes ven "rondar a ciertas personas tienda por tienda hasta que entrar a robarles". También los vecinos son víctimas de este notable repunte que se ha registrado en el barrio. Medina puso como ejemplo a las personas mayores a las que les roban nada más hacer uso del cajero automático del banco. "Se esperan a que saquen el dinero para arrebatarles el dinero", aseguró la presidenta de la Asociación de Comerciantes de la Viñuela.

Desde este colectivo se refirieron asimismo a la existencia de un comedor social cercano que se dedica precisamente a facilitar a "algunos de los que roban en los comercios". Concreto así que "hay quienes llegan al barrio, comen en este espacio y luego se asean en el centro de salud que tienen en frente", al tiempo que abundó en el "escaso control" que hay sobre estas personas.

Ésta no es, en cualquier caso, la primera vez que los comerciantes de esta zona de la ciudad aluden a una ola de robos, si bien en esta ocasión han incidido en su particular impacto. De hecho, anteriores denuncias llevaron a interesarse personalmente a los máximos responsables del Cuerpo Nacional de Policía, que llegaron a reconocer entonces que La Viñuela estaba siendo víctima de numerosos robos. Aquellos hechos hicieron que este cuerpo de seguridad incrementara el servicio de vigilancia en la zona, un dispositivo que, según la presidenta de los comerciantes, "parece que no ha resuelto la situación que se nos ha venido encima".