EDUCACIÓN

La cifra de niños con alta capacidad crece un 625% en sólo seis cursos

  • El número de estudiantes se eleva desde los 181 hace ahora siete años hasta los 1.313 del pasado ejercicio

  • La Junta cuenta con un programa para detectar las necesidades

Un grupo de alumnos juega durante el recreo en el patio de un colegio.

Un grupo de alumnos juega durante el recreo en el patio de un colegio. / reportaje gráfico: el día

El número de alumnos con altas capacidades se ha multiplicado por siete en los siete últimos años. Según los datos facilitados por la Delegación de Educación, en el curso 2010-2011, había 181 alumno en las aulas cordobesas con estas características, mientras que en el pasado ejercicio escolar 2016-2017, la cifra se elevó hasta los 1.313 -un 625,4%-.

Manuel Casado es uno los dos especialistas que trabajan en la Delegación de Educación con este tipo de alumnos. En su caso, su trabajo se centra, según explica, en "colaborar con los orientadores de los centros en la evaluación de los alumnos y en el asesoramiento del material específico" que han de usar. Lo que tiene claro Casado es que su principal objetivo es el de "potenciar la detección" de estos alumnos. Para ello, continua, hay un protocolo establecido, tanto para alumnado de Primaria como de Secundaria, que consta de varias fases. Y es que la detección e identificación del alumnado con altas capacidades intelectuales es uno de los objetivos contemplados en el plan de actuación para la atención educativa al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo por presentar altas capacidades intelectuales. Se trata de un programa que la Consejería de Educación sacó adelante en octubre de 2011 y que representó, según Casado, "un cambio cualitativo en la atención educativa al alumnado en Andalucía". La identificación del alumnado que presenta necesidades específicas de apoyo educativo por tener estas altas capacidades se lleva a cabo a través de un protocolo con carácter prescriptivo que se puso en marcha por primera vez y a nivel regional en el curso 2010-2011. Desde entonces, según la información facilitada por Casado, "su implementación en los centros educativos cordobeses sostenidos con fondos públicos se lleva a cabo con total normalidad tras sucesivos años de desarrollo". Añade que el proceso constituido por la identificación y posterior evaluación psicopedagógica, los servicios de Orientación Educativa de los centros "juegan una papel clave, contando en todo momento con la colaboración del profesorado y las familias".

Para identificar a este tipo de escolares se desarrolla un protocolo con tres fases

Pero, ¿cuáles son esas fases a las que alude este experto? La primera de ellas, siempre en el caso de alumnado de primero de Primaria, son las respuestas a un cuestionario que se entrega a los niños, a las familias y a los tutores. Con esos resultados llega la segunda fase, que consiste en el cribaje de las respuestas y que dan pistas a los orientadores de cada centro acerca de la existencia o no de escolares con alta capacidades. Estas preguntas, según Casado, van desde conocer "los intereses y curiosidades" que tiene el niño en el caso del alumno, mientras que a los padres, por ejemplo, se les cuestiona si "su hijo es creativo o lo gusta leer". A continuación llega la tercera fase que, según este docente, "es la más importante", ya que se trata de la evaluación de carácter psicopedagógico "para determinar las necesidades educativas" que presentan. Esta fase, anota, sirve para "evaluar la inteligencia actitudinal", que se base en la teoría de las inteligencias múltiples. Para Casado, "abundan los niños con talento académico, que son los que destacan, por ejemplo, en razonamiento verbal, memoria y lógica, pero también los que tienen un talento concreto".

Desde la Delegación de Educación destacan también que, según el paradigma teórico vigente en Andalucía y con una visión más amplia de las altas capacidades intelectuales, este alumnado "es aquel que maneja y relaciona múltiples recursos cognitivos de tipo lógico, numérico, espacial, memoria, verbal y creativo, o bien destaca especialmente y de manera excepcional en el manejo de uno o varios de ellos". "Ya no hablamos de alumnado superdotado; ahora hacemos hincapié en otros aspectos y por lo tanto, existen diferentes perfiles: alumnado con sobredotación intelectual, alumnado con talentos simples y alumnado con talentos complejos", concretan.

Desde el departamento que dirige Esther Ruiz explican que a lo largo de su paso por las aulas, las necesidades educativas de estos estudiantes "pueden o están relacionadas con las diferentes áreas de desarrollo, como cognitiva, actitudinal, personal, curricular o contextual", entre otras y subrayan que este alumnado es "heterogéneo y diverso, pero con una característica común: destacar con respecto a su grupo edad en todas o en algunas de las capacidades cognitivas, motrices, lingüísticas, afectivas y sociales propias del ser humano". Otra de las características de estos escolares, según los mismos datos, es que "suelen tener facilidad de aprendizaje, preguntan mucho porque el niño es curioso intelectualmente necesitando obtener conocimiento, y, en ocasiones, son más sensibles que el resto de compañeros de su misma edad de referencia".

Con todo ello y, en función de la identificación de estas necesidades educativas, los centros educativos "planifican y desarrollan diversas respuestas educativas que se diferencian unas de otras en función del grado de significatividad, pudiendo ser ordinarias, extraordinarias y excepcionales", inciden. No obstante, señalan que "sin duda, la estrategia o la respuesta educativa más idónea para este alumnado está constituida por lo que llamamos habitualmente enriquecimiento curricular". Se trata de una respuesta educativa que puede ir vinculada sólo y estrictamente al currículum que desarrolla el alumnado, aunque también es conveniente que aborde otros aspectos, teniendo siempre en cuenta las necesidades educativas presentes en cada alumno.

¿Y qué respuestas ofrece, por el momento, la Delegación de Educación para atender a estos alumnos? Pues una de ellas son medidas de carácter general, que incluyen desde la adecuación de la metodología, como trabajo cooperativo, trabajo por proyectos de investigación, actividades interdisciplinares, actividades de libre elección y también modelos organizativos flexibles y adecuación de recursos y materiales. El segundo bloque de medidas son de carácter específico, de las que forman parte los programas de enriquecimiento curricular, las adaptaciones curriculares para el alumnado y los programas específicos. Al respecto, desde la Delegación de Educación subrayan que este tipo de medidas "permiten enriquecer o ampliar las experiencias de aprendizajes de los alumnos y se desarrollan cuando las medidas de carácter general resulten insuficientes". En último lugar se encuentran las medidas de carácter excepcional, que consisten en la flexibilización de la duración del período de escolarización obligatoria y postobligatoria.

Actualmente en Córdoba, son diversos los centros que están desarrollando programas de enriquecimiento curricular en sus diferentes modalidades, tanto en colegios como instituto de Secundaria. En este punto, Casado aclara que este enriquecimiento curricular se traduce en "dar contenido con mayor complejidad y profundidad" y advierte, no obstante, de que siempre "hay que ver la evolución del niño". "Si quiere más, hay que profundizar más y, en algunas ocasión, coger contenidos de nivel superior". Y puede llegar el caso en el que algún estudiante incluso tenga que ir a un curso superior. Un cambio en el que "también se trabaja con las familias", subraya. Este profesor incide en que antes de todo hay que tener en cuenta "un prerrequisito", que no es otro que "el alumno no tenga problemas sociales o personales para evitar perjudicarle". En este punto, advierte de situaciones que pueden llegar a producirse como que algunas familias, "con altas expectativas", lleven a sus hijos a centros privados que determinen que tienen altas capacidades. Sin embargo, añade eso sólo es "información externa", ya que es el propio centro educativo el que lo determina con todo el proceso, además de encargarse de su seguimiento. Y es que este tipo de programas se incorporan a los documentos del centro, dentro de las medidas de atención a la diversidad contempladas en cada uno de ellos. El objetivo final es que, dentro del ámbito que constituye la atención a la diversidad, exista un proyecto concreto y específico para atender al alumnado. Desde la Delegación de Educación señalan al respecto que los centros "pueden contemplar diversas medidas para atender a estos estudiantes, pues es un alumnado diverso que requiere, inevitablemente, respuestas educativas diferenciadas que permitan el máximo desarrollo del potencial de aprendizaje que cada uno presenten y que posibiliten la universalización del éxito escolar".

El paso a Secundaria de este tipo de alumnado también es importante y se trata de un ciclo en el que "pueden surgir otras necesidades", anota Casado, quien asegura que pueden llegar a esta fase educativa y no presentar ya altas capacidades. "Hablamos de inteligencia, que es algo que no es estático, sino que se mueve y no se queda estancada; la inteligencia es un músculo que se trabaja", concluye.

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