Sanidad

Los casos de viruela del mono siguen en descenso en Córdoba y ya son solo seis

  • En Andalucía hay 130 contagios de esta enfermedad, lo que supone 16 menos que en el último parte de Salud

Una vacuna contra la viruela del mono.

Una vacuna contra la viruela del mono. / Efe

El número de casos de viruela del mono sigue bajando en Córdoba. Si el pasado martes 6 de septiembre la Consejería de Salud notificó nueve, este viernes ha comunicado solo seis. El primer contagio de este virus se comunicó el 24 de junio.

Hasta este viernes, 9 de septiembre, en Andalucía hay 130 casos activos de esta enfermedad, lo que supone 16 menos que el pasado martes, cuando la Junta hizo públicos los datos. Sevilla es la provincia con mayor número, 46; seguida de Málaga, con 35; Cádiz, con 16; Granada, con 11; Huelva, con diez; Córdoba, con seis; y Almería y Jaén, con tres cada una.

Por otro lado, 64 casos por posible viruela del mono están en investigación, según el comunicado de la Consejería de Salud, y se han declarado a la Red del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía (SVEA). Asimismo, 704 casos antes confirmados ya están inactivos, según ha indicado la Junta en su informe.

Con respecto a las vacunas, se han puesto 813 dosis en los principales hospitales de la comunidad autónoma. Todas las vacunas se han puesto con criterio preventivo (contactos o personas con riesgo), no a pacientes infectados. Por ahora se han recibido 1.483 viales.

Síntomas

Según el protocolo de la viruela del mono publicado por el Ministerio de Sanidad, la infección suele ser una enfermedad autolimitada y la mayoría de las personas se recuperan en varias semanas. Sin embargo, en algunos casos puede producirse una enfermedad grave.

El período de incubación es de seis a 16 días, pero puede oscilar entre cinco y 21 días. El cuadro clínico clásico inicial descrito hasta este brote suele incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, linfadenopatías y cansancio. Entre uno y cinco días después de la aparición de la fiebre, se desarrolla una erupción, que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo. Tiende a concentrarse más en la cara y las extremidades que en el tronco.

Afecta a la cara (en el 95% de los casos) y las palmas de las manos y las plantas de los pies (en el 75% de los casos). También se ven afectadas las mucosas orales (en el 70% de los casos), los genitales (30%) y las conjuntivas (20%), así como la córnea.

Característicamente, las lesiones evolucionan de forma uniforme y de manera secuencial de máculas a pápulas, vesículas, pústulas y costras que se secan y se caen.

Los síntomas suelen durar entre dos y cuatro semanas. Los casos graves ocurren con mayor frecuencia entre los niños, adultos jóvenes y personas inmunocomprometidas y están relacionados con el grado de exposición al virus y la vulnerabilidad de la persona.

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