Palma del Río Concentración en el Paseo Alfonso XIII

La calle contra los videojuegos

  • Más de un centenar de niños ha participado en una iniciativa del Ayuntamiento de Palma del Río para que los menores se diviertan con los pasatiempos de antaño, como los juegos del pañuelo o la comba

Son pocos los niños de hoy en día que conocen y practican juegos de antaño, como los de saltar a la comba o el pañuelo. Sin embargo, estos pasatiempos pueden seguir siendo tan divertidos como hace años. Así lo han comprobado los casi 100 menores que han participado en los juegos tradicionales que el Ayuntamiento de Palma del Río organizó en el Paseo Alfonso XIII de la localidad. La iniciativa se incluía dentro del programa Participemos Tod@s y estuvo promovida por el Consejo de Participación Ciudadana y la Concejalía de Juventud en colaboración con las asociaciones La Jira Palmeña, Amiguitos de Mis Primeros Pasos y la asociación de vecinos Jardines del Convento.

La idea surgió al comprobar que los clásicos entretenimientos infantiles que muchos de los padres actuales habían practicado en sus años de niñez se estaban perdiendo poco a poco, siendo desplazados por otras alternativas como los videojuegos y las consolas. Por eso, se pensó en dedicar una de las noches del verano a disfrutar de los mismos con los niños de ahora. Los nombres y las normas que se le dan a estos juegos pueden variar, pero son fácilmente reconocibles por todos: eliminar al equipo contrario tocando a los componentes con una pelota, dejar un trozo de tela detrás de alguien de los que están sentados en un círculo e intentar escapar cuando éste lo descubre, saltar la comba o coger el pañuelo.

Algunos padres no pudieron resistirse a la tentación de participar, como fue el caso de Manuela Moriana. "Al ver la comba me han entrado muchas ganas de jugar y decidí probar a ver como se me daba y explicarle a los chiquillos como se hace". Y es que algunos de los pequeños, como Francisco José, aseguraban que conocían todos estos pasatiempos, pero otros ni siquiera habían oído hablar de ellos.

Poco importó la edad. Los mayores se involucraban más en aquellos juegos que requerían más acción y movimiento y para los pequeños se puso en marcha el Kiosco de los Niños, en la caseta del Centro Filarmónico del paseo, donde escucharon canciones antiguas y se les pintó la cara. La hora tampoco fue un inconveniente. La actividad empezó a las 22:30, pero pasadas varias horas todavía seguían quemando energía. Sin duda, un respiro también para aquellos padres que en vacaciones pasan más horas con sus hijos y a veces no saben cómo entretenerlos.

Virginia González, dinamizadora juvenil en la ciudad, explicaba que "la afluencia de público ha sido todo un éxito, ya que se han volcado con esta actividad. Además ha servido para que padres e hijos compartan un rato de diversión".

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