Arte

El Cabildo publica un libro sobre un Niño Jesús de Pasión del XVII

  • Aborda la escultura estudiada desde lo histórico-artístico y lo devocional

Presentación del libro.

Presentación del libro. / El Día

El Cabildo ha publicado un libro sobre la talla de un Niño Jesús de Pasión del siglo XVII. Bajo el título El Capitán Divino de Fray Juan de Molina en la Catedral de Córdoba. Estudio histórico de una devoción cristífera, sus autores, los historiadores del arte Juan Luque Carrillo y María Pilar Saura Pérez, reconstruyen el devenir de una talla de un Niño Jesús de Pasión que en la actualidad está custodiada en la capilla del Espíritu Santo y San Pedro Mártir de Verona, pero que llegó a ocupar el tabernáculo del retablo mayor.

La investigación no sólo revaloriza las personalidades del mercedario Fray Juan de Molina, propietario inicial de la escultura, o de monseñor Miguel Vicente Cebrián y Agustín, quien la dona a la sede catedralicia cordobesa, sino que aborda de manera rigurosa el estudio histórico-artístico de esta obra escultórica del primer tercio del siglo XVII y apunta su atribución hacia el maestro napolitano Pietro Cesaro.

El acto de presentación del libro fue iniciado por el deán-presidente Manuel Pérez Moya, quien destacó la apuesta que realiza el Cabildo Catedral en beneficio de la cultura de la ciudad. Asimismo, señaló que la obra escultórica a la que se dedica esta monografía constituye “un excelente ejemplo del valioso patrimonio artístico que es custodiado en el monumento”.

A continuación, se sucedió la intervención de los autores del libro, quienes profundizaron en algunos de los aspectos que confluyen en la investigación emprendida. El acto concluyó con la intervención de Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, quien expresó su gratitud por la labor desempeñada por ambos investigadores en estos dos últimos años.

Al finalizar la presentación, fray Mario Alonso, superior de la provincia mercedaria de Castilla, impuso al Niño Jesús una medalla con el escudo de la orden de la Merced. Asimismo, el obispo fue el encargado de bendecir e imponerle una corona y unos clavos, piezas que han sido donadas por los autores.

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