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2022, en busca de la normalidad real

  • María Dolores Navajas, presidenta de CSIF Córdoba

María Dolores Navajas

María Dolores Navajas

Concluye 2021 y me gustaría ser portadora de buenas noticias. Es verdad que la realidad no es la misma que había hace 12 meses en cuanto a hospitalizaciones y fallecidos por culpa del Covid-19 gracias, en gran parte, a la administración de las vacunas y a la responsabilidad demostrada por la mayoría de la población. Sin embargo, esta situación aún está lejos de solucionarse. Los casos positivos en nuestro territorio se han disparado en las últimas semanas con la irrupción de la variante Ómicron. Es el momento de incidir aún más si cabe en las medidas de protección frente al coronavirus, como son el uso de la mascarilla, el mantenimiento de la distancia de seguridad y una adecuada de higiene de manos. Sin duda, la extensión de la vacunación entre la población infantil y la aplicación de la tercera dosis entre nuestros mayores y el personal de servicios esenciales es la principal arma que tenemos en este momento para luchar contra esta enfermedad.

Quiero agradecer enormemente el esfuerzo de todos los trabajadores que han seguido estando en primera línea frente a la pandemia, como es el caso del personal sanitario, quienes, sin apenas recursos, han continuado estando ahí para cuidar de las personas más vulnerables arriesgando su propia vida. Los profesores y los maestros tampoco han dudado ni un segundo en poner todo de su parte para el desarrollo normal de las clases. Hay que destacar, sin duda, el papel jugado por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, autonómicos y locales para protegernos y hacer valer, por nuestro bienestar, las limitaciones que se iban estableciendo en cada momento. Mi más sincero reconocimiento también a las personas que trabajan en las residencias cuidando de nuestros mayores a los que tenemos que seguir protegiendo para evitar su contagio.

Me enorgullece representar a unas siglas como son las de CSIF, que ha seguido al lado de las personas trabajadoras defendiendo sus derechos y demandas ante la Administración, las empresas, los medios de comunicación, en los tribunales, en la calle o en cualquier otra instancia a la que hemos tenido que recurrir. Hemos estado permanentemente en los centros de trabajo junto a los empleados y las empleadas para ayudarles en todo lo que han necesitado. Fruto de todo ese trabajo nuestro sindicato ha continuado creciendo tanto en número de afiliados como de delegados tanto en el sector público como en el privado.

En esta situación, las administraciones deben ponerse las pilas y dotar a los servicios públicos de los medios humanos y materiales suficientes para que su prestación a la ciudadanía no se vea mermada. Nadie podría entender que no se apoyara y se recompensara adecuadamente a tantos servidores públicos que han dado durante estos dos años mucho más de lo que se le podría exigir.

En el caso de la Sanidad Pública, esta pandemia ha dejado en evidencia las deficiencias que se arrastraban en los hospitales y en los centros de salud por una falta de personal endémica. No nos cansaremos, como hemos hecho en los últimos años, de reclamar una mayor dotación de personal para nuestros centros sanitarios, unas plantillas que a día de hoy se encuentran sobrecargadas por los efectos de la sexta ola del Covid-19, la administración de las vacunaciones, los rastreos y la atención a la ciudadanía. Son necesarias más contrataciones para poder garantizar una sanidad de calidad a la ciudadanía. Ya es hora de que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) valore a todos sus trabajadores de una manera adecuada en lugar de ser maltratados como ocurre en la actualidad.

Quiero destacar también la encomiable labor de los docentes cordobeses, que no han dudado ni un segundo en hacer todo lo posible a fin de que el curso escolar se desarrolle con toda la normalidad posible. La Administración debe responder a todo ese esfuerzo con el aumento de las plantillas de profesores y maestros que llevamos desde hace tiempo reclamando como primer sindicato de la enseñanza pública en Córdoba y en Andalucía. Ante la bajada de la natalidad que se está registrando en los últimos años, CSIF aboga por reducir las ratios de alumnos en las aulas frente a los cierres que la Consejería de Educación y Deporte sigue realizando en nuestros colegios e institutos.

Hay que resaltar el papel jugado por los delegados de CSIF en la prisión de Alcolea y de la plantilla en su conjunto durante el reciente brote de coronavirus que tuvo lugar en el centro penitenciario al estar trabajando en todo momento para reducir en la medida de lo posible el impacto de la enfermedad entre el personal y los internos a pesar de los graves problemas de falta de personal y recursos materiales existente, además de la falta de reconocimiento como agentes de la autoridad para poder dar una mejor respuesta a las agresiones que sufren. En el ámbito de la Administración General del Estado (AGE) no quiero olvidarme de los trabajadores del SEPE, un servicio que realiza una labor fundamental que debe contar con un número adecuado de efectivos para que no se produzcan los colapsos que se han registrado en los últimos meses en sus oficinas.

CSIF es sensible a toda esta nueva realidad. La sexta ola ha demostrado que la pandemia no había desaparecido y, con ella, sus funestas consecuencias sobre la economía. Es cierto que las cifras de paro han mejorado con respecto al año pasado, pero la temporalidad y la precariedad siguen siendo la principal característica de las contrataciones en Córdoba. Las administraciones deben aumentar sus esfuerzos para mejorar la calidad del empleo. Así evitaremos que nuestros jóvenes se marchen a otra provincia o fuera de España para buscarse un futuro que aquí no tienen.

Apoyamos a todos los sectores productivos que están sufriendo un nuevo varapalo por toda esta situación. Esta crisis económica ha puesto de manifiesto todas nuestras debilidades productivas, por lo que sería muy interesante que se interpretara el actual periodo de incertidumbre como una oportunidad para, entre otras cosas, cambiar el modelo productivo de nuestra provincia por otro basado más en la industria, la logística y la innovación que favorecen la creación de puestos de trabajo más estables y de calidad. Todo ello, sin olvidarnos de las actividades tradicionales. En este sentido, es evidente que la elección de Córdoba para la instalación de la base logística del ejército de tierra abre muchas posibilidades para nuestro territorio en cuanto a la generación de trabajo y riqueza. En este sentido, no es entendible que CSIF, siendo el sindicato mayoritario entre el personal laboral de Defensa en Córdoba, esté fuera de los foros en los que se está trabajando en este proyecto. Asimismo, considero que es cada vez más necesaria la presencia de CSIF en las mesas de concertación social para implantar nuevas medidas que mejoren nuestro mercado laboral más allá de las viejas fórmulas sindicales que se llevan aplicando desde hace años.

Como presidenta de CSIF Córdoba, espero para 2022 que nuestra provincia forme parte de la reactivación económica que tanto ansiamos. Feliz Navidad y mis mejores deseos para el nuevo año.