En más de seis horas de sesión, en un Pleno da tiempo de pasar de una de las broncas más tensas que se recuerdan a una despedida que saca el lado más conciliador y sensible de los capitulares. Estos dos capítulos tuvieron lugar ayer en el salón de plenos con escaso margen de tiempo entre uno y otro, demostrando lo que puede dar de sí una jornada en el Ayuntamiento. La bronca fue la del edil díscolo de Unión Cordobesa Carlos Baquerín y el líder de esta formación, Rafael Gómez, mientras que la despedida fue la del portavoz del PSOE, Juan Pablo Durán, que dice adiós a la política municipal para marcharse al Senado.

Primero la parte menos más agria para acabar con buen sabor de boca. La cuestión es que Baquerín tuvo el valor de realizar en voz alta tres preguntas relativas a Gómez, su multa y su situación de concejal, cuando éste estaba a menos de un metro de él. Baquerín preguntó al teniente de alcalde de Hacienda, José María Bellido, si tiene intención de realizar un informe el que se deje claro si Gómez puede ser edil o no debido a su condición de deudor y, además, también le requirió si tiene previsto iniciar un concurso de acreedores entre las empresas del líder de UCOR. Mientras tanto, las miradas acusadas del empresario se sucedían junto con acusaciones en voz baja a Baquerín como "no vales un duro" o "no eres deseado, vete a tu pueblo". Un situación más que tensa que empeoró cuando Gómez quiso hacer uso de la palabra. Apenas pudo decir que el edil que lo ha traicionado "no es de Córdoba y aquí no lo quiere nadie" hasta que el presidente del Pleno, Luis Martín, lo cortó por no ajustarse al reglamento.

Las miradas del empresario a Baquerín llevaron a pensar que podían llegar incluso a las manos, pero entonces vino el cambio de tercio con la despedida de Durán. El portavoz socialista quiso "poner paz" en medio de tanta tensión y lo consiguió con un discurso sentido en el que no se dejó a nadie en sus agradecimientos. Desde la bedel al secretario del Pleno, la interventora, los funcionarios, los concejales y también a los medios de comunicación. Todos recibieron las gracias de Durán por contribuir a que su etapa como edil haya sido "la más feliz" de su vida en la política. Los grupos políticos también le agradecieron su dedicación a la gestión municipal y el alcalde, José Antonio Nieto, sintió la marcha de una "buena persona" aunque le pidió que siga trabajando por Córdoba. El regidor reconoció la capacidad de "diálogo y compromiso" de Durán en los proyectos de ciudad.

La delegada del Gobierno, Isabel Ambrosio, o la familia del portavoz socialista estuvieron en el salón de plenos para arroparlo en su despedida.