La magia todo lo puede y no hay que rebuscar mucho para encontrar a los más expertos en esta materia: los tres Reyes Magos. Melchor, Gaspar y Baltasar trabajan poco durante el año, pero hay una época, la actual, en la que el pluriempleo es más que una obligación. Si hay un objetivo que se marcan Sus Majestades de Oriente ese es que ningún rincón de la ciudad se quede sin su visita y, por supuesto, sin su pertinente regalo.

Es por eso que cada 5 de enero se afanan por ser casi omnipresentes, estar en un lugar y en otro, no llegar tarde a ningún sitio, al y al cabo, cumplir con los deseos de todos los habitantes de esta ciudad.Esto es tan cierto como que la Cabalgata de Córdoba ciudad no es, ni mucho menos, la única en la que los Reyes Magos saludan a los cordobeses. Hay muchos vecinos de las barriadas periféricas que ya están acostumbrados a contactar con los magos para pedirles el favor de que les hagan una visita. Y allí que van ellos.

De Cerro Muriano a Alcolea, de El Higuerón a Trassiera, también desde Santa Cruz a Villarrubia, a todos los rincones posibles se han desplazado Melchor, Gaspar y Baltasar para cumplir con su cometido de lanzar caramelos, juguetes y balones antes de que afanarse en la tarea de repartir los regalos durante la noche.

Reyes Mago de Alcolea.

La barriada que antes divisó a los magos fue la de El Higuerón, donde Sus Majestades recorrieron 35 kilómetros en cabalgata para que ninguna parcela se quedara sin ver sus lujosas túnicas. Majaneque, Fontanar de Quintos o Aguilarejo Alto fueron algunos de los puntos que visitaron en esta barriada donde este lunes, además, estará uno de los reyes junto a su paje repartiendo regalos a todos los niños que se quieran acercar.

Desde El Higuerón, a Alcolea. Allí los reyes pasaron primero por la barriada de Los Ángeles antes de dirigirse al núcleo principal. Es la cabalgata, además, con más carrozas de todas las barriadas, hasta cinco, cuando lo normal es tres, uno por cada Rey Mago.

Rey Gaspar de la Cabalgata de Trassierra.

El campo de fútbol de Cerro Muriano fue el punto de partido para los Reyes en esta barriada periférica que también se pasearon por la plaza de Andalucía, Obejo y de ahí hasta el polideportivo. En este punto, el barrio se volcó con la celebración, ya que preparó roscón y chocolate caliente para todos los vecinos, un clásico que se repite en prácticamente todos estos núcleos vecinales de la ciudad.

Cabalgata de Santa Cruz.

En Trassierra, Sus Majestades de Oriente iniciaron su camino desde una carpa instalada en El Salado y, por la carretera comarcal, accedieron hasta la zona conocida como Virgencita para dar la vuelta y terminar en la plaza del centro cívico. Allí, Sus Majestades de Oriente recibieron a todos los niños que se acercaron para darles sus regalos. De nuevo, para todo el que quiso, hubo chocolate caliente y un trozo del tradicional roscón.

Cabalgata de Cerro Muriano.

La última barriada periférica en recibir a los Reyes Magos fue Santa Cruz, donde además lanzaron cerca de 900 kilos de caramelos en un recorrido de hora y media por puntos como Primero de Mayo, la plaza de Andalucía o la Medina. Además, la de Santa Cruz es una de esas cabalgatas que atraen a gente de todos los puntos de la ciudad por la cantidad de regalos que se lanzan desde las carrozas y entre los que este año había linternas, USB, cargadores de pulsera, bolsas para colorear, ceras de colores y pizarras magnéticas.

Gaspar de la Cabalgata de Villarrubia.

Y si hay una cabalgata que se caracterice por la cantidad de cosas que se lanzan y por el numeroso público que atrae esa es la de Ciudad Jardín. Es tradición para muchos cordobeses que, cuando finaliza el cortejo principal, se vayan hacia Ciudad Jardín para disfrutar de los reyes de este barrio. Además, esta cabalgata siempre suele esperar a salir cuando ya ha finalizado la principal en Agrupación Córdoba, para dar tiempo a que acuda el mayor número de público posible. Su recorrido, además, permite llegar más tarde, ya que además de ir por las calles principales de Ciudad Jardín, Sus Majestades de Oriente también se dirigieron hacia la zona de Poniente, para no dejar ni un rincón de la ciudad sin su trozo de ilusión.