Preparativos de las fiestas navideñas

¿Y si este año toca la lotería?

Botellas de cava que se descorchan, brindis con los familiares y amigos y lágrimas en los ojos. Seguro que más de uno se ha imaginado alguna vez cómo celebraría ser uno de los agraciados en el Sorteo Extraordinario de Navidad -que se celebra mañana- y ser el protagonista de las imágenes que se repiten en todos los informativos y todos los periódicos del país. Aunque la historia dice que Córdoba no es una de las provincias más afortunadas con el Gordo, la ilusión siempre se mantiene y todos los cordobeses se levantarán, desayunarán y trabajarán con las voces de los niños de San Ildefonso de fondo. Pero, ¿qué haría si le tocara la lotería? El Día ha preguntado a algunas de las personas más representativas de la ciudad para conocer sus preferencias en el supuesto caso de ser uno de los afortunados. ¿Cómo gestionaría tanto dinero venido de golpe? La mayoría de los encestados coincide con repartirlo entre sus familiares. Es el caso del presidente de la Audiencia Provincial, Eduardo Baena, que tiene "una hija que está casada" a la que destinaría su ayuda. El magistrado recuerda este día como "el sonido que marcaba el inicio de las vacaciones" cuando era un niño, en relación a las voces de San Ildefonso.

Otro aspecto en el que coinciden todos es en ser jugadores "obligados"; es decir, que las participaciones que poseen son de colectivos o asociaciones por lo que este sorteo también adquiere ese matiz de solidaridad que tan presente está en estas fiestas. Es el caso del presidente del PP de Córdoba, José Antonio Nieto, quien asegura ser un "comprador obligado", ya que colabora "con todos los compañeros" que le ofrecen algún número. "Nunca he pensado que me va a tocar", asegura el popular, "sólo he recibido algún reintegro o alguna pedrea" pero, como todos en un día como éste, "siempre te queda la ilusión última".

El coordinador de trasplantes del Hospital Universitario Reina Sofía, también se confiesa ser un jugador "de participaciones", ésas que se venden en el trabajo, en la panadería, en el supermercado o en la hermandad. Uno de los factores que también influyen a la hora de invertir en la suerte es el que todos los presentes en una reunión o encuentro compren lotería, entonces aparece el comprador previsor, "vaya a ser que toque". Un décimo también suele ser un buen recuerdo de las vacaciones de verano.

Pero vamos a lo importante. ¿Qué es lo que más desean los políticos y representantes de las instituciones de la ciudad? Pues como cualquier hijo de vecino, "tapar agujerillos", porque "alguno hay por ahí", dice el presidente de la Audiencia. El rector de la Universidad de Córdoba, José Manuel Roldán Nogueras, tiene sin embargo entre sus objetivos "comprarme una bicicleta nueva", ya que el profesor es muy aficionado a dar largos paseos en este vehículo los fines de semana y disfrutar de la naturaleza. Pero antes, el rector lo celebraría "con mi familia".

El doctor Robles asegura que "te tiene que llegar el momento" para saber cómo reaccionar, aunque tiene claro que su objetivo es "mejorar mi entorno social y ayudar a los otros". Como coordinador de trasplantes del Reina Sofía ha salvado muchas vidas, por eso asegura que "la salud y las ganas de trabajar" es su mejor lotería. La presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), María Luisa Cobos, también tiene un deseo muy especial. Si fuera una de las afortunadas asegura que "construiría una residencia para niños oncológicos" y también ayudaría a "mis hijos y mis nietos". Cobos está agradecida con lo que tiene y por haber sobrevivido a una enfermedad tan grave. Además, con la crisis "no está la cosa para pedir mucho, que nos quedemos como estemos", con buena salud y con toda la familia reunida.

A José Antonio Nieto nunca le ha tocado nada, pero si alguna vez -por qué no este año- pilla algún pellizquito le gustaría hacer "algún viaje" con su familia. La concejala de Transportes, María Ángeles Luna, es más explícita y asegura que si fuera una de las premiadas, lo primero que haría sería "dar botes de alegría" y celebrarlo con la familia y los amigos. Después "taparía el agujero de la hipoteca" y daría una fiesta con los suyos. Y es que los créditos inmobiliarios preocupan a todos los cordobeses y ni siquiera los políticos se salvan de estas deudas. El teniente de alcalde de Cultura, Rafael Blanco, también destinaría parte de su premio a saldar su hipoteca, "pero tampoco cambiaría mucho mi vida". Primero lo celebraría, y también planificaría un "viaje tranquilo, para disfrutar", ya que la mayoría de las escapadas que realiza a lo largo del año "son por trabajo".

La delegada de Presidencia, Rosa Candelario, tiene muy claro como gestionaría el Gordo de la Navidad y lo tuviera en sus manos. "Repartiría el premio con mis padres y mis hermanos, con lo que me quedara reduciría la hipoteca, organizaría una fiesta con mis amigos y le regalaría algún capricho a mis sobrinos". Su compañero de filas, José Joaquín Cuadra -responsable de la Seguridad y el Tráfico de la ciudad- "no cambiaría sus hábitos de vida" si fuera rico, aunque sí que le gustaría celebrarlo junto a su familia. El delegado de Infraestructuras, Francisco Cárdenas, no se considera gran jugador de lotería pero en Navidad, "siempre llevo un par de décimos" por si toca. Sus tres hijos serían los principales destinatarios del premio si fuera alguno de los afortunados. "Lo repartiría todos entre ellos", asegura el político, y quizá algún que otro capricho.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Al Zahara, José Rojas, tampoco escapa a la tentación del Gordo de Navidad. El recién elegido representante de todos los vecinos de Córdoba se confiesa poco jugador y asegura que gastaría su dinero en "ayudar a todos los colectivos que trabajan de forma desinteresada".

El resto de los mortales también tiene sus sueños y deseos en este mítico sorteo. Los cordobeses se han gastado este año una media de 57 euros con la ilusión de ser uno de los afortunados de llevarse el Gordo. Desde 1961, sólo ha caído cinco veces en la provincia, la última en el año 2002. El resto de las ocasiones nos hemos tenido que conformar con reintegros y pedreas y algún que otro cuarto o quinto premio. Poca cosa, pero lo justo y necesario para brindar por la visita de la fortuna.

Fernando y Asunción son un matrimonio jubilado que cada año acude a la llamada de la suerte y compra varios décimos para el sorteo de Navidad. Fernando es, además, presidente de una cooperativa olivarera, por lo que también tiene una compra obligada en el trabajo. Nunca les ha tocado nada, pero si este año son los afortunados tienen claro que el dinero lo destinarían a "ayudar a los demás". Colaboran con varios colectivos y una parte importante del premio iría a la hermandad de la Virgen de la Estrella de Villa del Río, su pueblo natal.

Inmaculada Fernández también lo tiene claro. Su objetivo es "pagarle la hipoteca a mi hija, hacer una reforma en la mía y comprarle una casa a mi otra hija". Si sobra algo, entonces se daría "un caprichito" con su marido y "alguna ayuda a los más necesitados". Para Mari Carmen Bello también son primordiales sus hijos a la hora de decidir lo que hacer con el premio. "Yo lo repartiría entre ellos, que nosotros ya estamos bien", asegura.

La familia siempre ocupa un lugar privilegiado en la escala de las cosas que hacer si toca la lotería. La hipoteca y un viaje también se incluyen en las listas de los cordobeses como prioridades para celebrar los millones que lleguen al bolsillo. Mañana a las 08:30 comienza el sorteo que ilusiona a todos los cordobeses y que marca el inicio de la Navidad. Esta mañana, ya se han comprobado todas las bolas y la sala quedará cerrada bajo llave a la espera de comenzar el sorteo y repartir suerte. Esperemos que llegue a Córdoba.

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