Tres acusados para los que el Ministerio Fiscal solicitaba en principio un total de 17 años de prisión aceptaron ayer nueve años y seis meses de cárcel por tráfico de estupefacientes y un delito de atentado contra la autoridad.

Los hechos se remontan a octubre de 2007, cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento a través de escuchas telefónicas que dos de los imputados tenían previsto viajar a Madrid para adquirir una importante cantidad de cocaína para su posterior distribución y venta por los acusados. Por esta razón, una patrulla de la Policía Nacional montó un dispositivo en la N-IV hasta localizar al conductor del vehículo, que intentó darse a la fuga tras recibir el alto por parte de los agentes. Mientras los policías procedían a indentificar a uno de los acusados, otro de los imputados arrojó por la ventanilla una bolsa que, una vez analizada, resultó ser cocaína. Esta sustancia hubiera alcanzado en el mercado ilícito un valor superior a los 32.000 euros.

En el momento de la detención, el conductor agredió a uno de los agentes que participaron en la operación especial antidroga, aunque finalmente pudo ser arrestado. El tercero de los imputados fue apresado en el interior de un bar de la zona de Poniente. En el cacheo de seguridad, le intervinieron un monedero y nueve papelinas de cocaína. Además, portaba un total de 920 euros en billetes procedentes del tráfico ilegal de dicha sustancia, según recoge el escrito fiscal.

Hasta la celebración del juicio, -que tuvo lugar ayer en la Audiencia Provincial- los ya condenados han permanecido en prisión provisional "debido a la naturaleza y gravedad de los hechos imputados y con la finalidad de evitar que vuelvan a cometer otro delito", según recoge la Acusación Pública en su escrito de acusación.