Esta mañana no se madruga para la cita médica habitual del centro de salud. El motivo es una actividad más distendida y saludable. La posibilidad de ir a la playa de La Caleta, en Cádiz, sin embrollos con la sombrilla está más que asegurada. Es el momento de las actividades de verano y saludables para los mayores. Es más, para los que aún no han superado su fobia a la arena, se ha colocado una tarima para, de alguna forma, evitarla. La actividad que ha promovido la Delegación de Asuntos Sociales y Mayores para las playas de La Victoria y La Caleta aguarda a un selecto público. Aun sonando a chino, que lo es, los usuarios comienzan a sentir el arte milenario oriental conocido como tai-chi mediante su principio fundamental: el practicante debe moverse de manera natural, relajada, suelta y fluida. No habrá ningún impedimento para acudir a la playa estos días. Si sus hijos, por motivos laborales, les han dejado a su cargo a sus nietos correosos, la Delegación de Juventud e Infancia tiene remedio para la causa: un mar de actividades.

También han colocado las tablas en la arena en un intento de menguar las energías de los pequeños con actividades dinámicas y lúdico-educativas. Se impartirán talleres de manualidades, juegos de equipo, divulgarán la lectura y una hora de inglés los jueves. Dentro de la animación para la lectura se organizarán recitaciones comunes, acompañadas de prácticas posteriores para fomentar el entendimiento y la escucha del texto leído. Los talleres de manualidades tienen como objetivo fomentar la creatividad e imaginación por medio de pinturas, recortes, papiroflexia o creaciones diversas a través de materiales reciclados.

Dentro del Módulo Malibú, en la playa La Victoria, la afluencia a la sala de juegos, que cuenta con un futbolín y una mesa de ping pong, presenta un público asiduo que organiza sus pequeños campeonatos, en los que destaca el saber estar y el respeto de turnos correspondientes. La asistencia a estas actividades se está incrementando con el paso de los días, donde especialmente en La Caleta los propios monitores llaman por su nombre a sus pupilos. Los encargados de gestionar, vigilar y atender a los pequeños son especializados en el ámbito educativo infantil y tienen como principal objetivo dinamizar las actividades y hacerlas atractivas para un público exigente, dado su marcado carácter digital.

El concurso de castillos de arena que tuvo lugar en las playas de La Victoria y La Caleta el pasado 22 de julio resultó un acierto. La participación del certamen atrajo a cien pequeños constructores, repartidos equitativamente entre las dos playas principales; la edad de los concursantes oscilo desde los cuatro años del más pequeño a los 12 de los mayores. En el certamen se respiró un ambiente distendido donde la competencia no fue más que pura anécdota. La próxima cita del concurso será el próximo viernes 19 de agosto.

Los meses estivales también son muy propicios para aprovechar y alentar a los mayores a realizar ejercicios beneficiosos física y mentalmente. Recomendado y demostrado por especialistas en salud, la práctica oriental es beneficiosa como tratamiento para la artritis, la diabetes o problemas cardiovasculares. De la mano de Sebastián Gómez, quien a pesar de sus más de 30 años de formación y 16 de profesor, confiesa que "el Tai-chi es constante aprendizaje". A pesar de ser un espacio gratuito, promete profesionalidad. Por medio de esta práctica, muchos pueden llegar incluso a evitar la cita mensual con el médico, siendo el tai-chi el culpable de mantenerla a a raya. El desarrollo de estas actividades en las playas gaditanas está consiguiendo fidelizar a nuevos descubridores de las artes orientales. Por tanto, los responsables de la actividad logran hacer las clases más progresivas, contando con el poso de la lección aprendida del día anterior. Una asistencia media de 30 personas se agrupan por las mañanas en la playa de La Caleta y La Victoria. "Me siento mucho menos sofocado, y la respiración más fluida", resalta un jubilado, seguidor fijo de la práctica en la playa. Muchos de los noveles practicantes consideran viable la incorporación a la actividad en los centros donde se imparte el arte chino, tras finalizar la época estival. De esta forma, las playas urbanas gaditanas se abren a las artes provenientes de Oriente, sin olvidar sus orígenes datados en la Grecia Clásica y su principio de mens sana in corpore sano.