La Virgen de los Dolores volvió ayer al culto en su iglesia de San Jacinto, tras la restauración a la que ha sido sometida, con una misa de acción de gracias que estuvo presidida por el obispo, Juan José Asenjo. Los fieles abarrotaron el templo para contemplar a la imagen restaurada que ha servido para "devolver a la Virgen la brillantez con que salió de las gubias del escultor Juan Prieto en 1719". Asenjo también se refirió a la recuperación de Los Dolores y dijo que debe contribuir a que "nos restauremos nosotros mismos" en este tiempo de Adviento. Sobre la Navidad, el obispo pidió que "no nos dejemos llevar por el consumismo, porque es una ofensa a Dios y a nuestro hermanos más necesitados".
Los fieles esperaron desde las 18:00 en la puerta de San Jacinto para entrar y presenciar la misa, así como para admirar a la Virgen restaurada, formándose largas colas en la plaza de Capuchinos.
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