Investigación

La Universidad de Córdoba fabricará nanocelulosa a partir de residuos agrícolas para reducir el uso de plásticos

  • El proyecto utilizará paja de cereales para producir microcápsulas sostenibles en el campo de la cosmética y de los biofertilizantes

Miembros del equipo del proyecto Boocell en el Rectorado de la Universidad de Córdoba.

Miembros del equipo del proyecto Boocell en el Rectorado de la Universidad de Córdoba.

La Universidad de Córdoba (UCO) coordina el proyecto de investigación Boocell que propone la producción de nanocelulosa a partir de residuos agrícolas que permitirá reducir el uso de plásticos

La institución académica ha explicado que el equipo de investigación, integrado por instituciones públicas y privadas, empleará paja de cereales para producir microcápsulas sostenibles en el campo de la cosmética y de los biofertilizantes. 

La nanocelulosa es uno de los materiales llamados a protagonizar un punto de inflexión en la industria de la biotecnología ya que sus microscópicas fibras, que provienen de árboles, plantas y bacterias, resisten altas temperaturas, son biocompatibles, aislantes, flexibles y fáciles de modificar químicamente. 

Todas estas características la han posicionado, entre otras aplicaciones, como uno de los materiales candidatos a sustituir al plástico, debido a su capacidad para aislar del calor, oxígeno, aire y humedad. 

El coordinador del consorcio e investigador del grupo RNM-940 Biopren de la UCO, Luis Serrano, ha explicado que a lo largo de los próximos años el equipo buscará la manera de producir nanocelulosa vegetal y bacteriana a escala industrial para reducir el uso de plásticos. 

En concreto, la nanocelulosa se empleará para la fabricación de microcápsulas, pequeños cuerpos esféricos difíciles de observar a simple vista, integrados en multitud de productos diarios como cremas, champús o detergentes y cuya principal utilidad es preservar el compuesto que envuelven y liberarlo de forma gradual. 

La finalidad de todo ello, explica el investigador responsable del proyecto, es "sustituir estas pequeñas cápsulas", fabricadas comúnmente a base de plástico, por nanocelulosa, con la finalidad de evitar un daño al medioambiente. 

En el campo de la cosmética, por ejemplo, se buscará la liberación controlada de fragancias y detergentes de uso doméstico que no generen microplásticos en las aguas de lavado, mientras que en el sector de los biofertilizantes el objetivo es liberar gradualmente microorganismos que fertilicen el suelo sin que el envoltorio suponga un perjuicio medioambiental. 

Además de ello, y de forma paralela, el equipo de trabajo contempla la fabricación de películas biodegradables y compostables para su uso como mulching, una práctica agrícola, también denominada acolchado, que consiste en cubrir el suelo con un material orgánico con la finalidad de protegerlo y fertilizarlo. 

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