Córdoba

Tráfico realizará más de 2.800 pruebas de alcohol y drogas en sólo una semana

  • La DGT formula 1.653 denuncias hasta el pasado 30 de noviembre por dar positivo en distintos tipos de vías, una cifra que es similar a las arrojadas durante los mismos periodos de 2015 y 2016

Un momento de uno de los controles de la DGT establecidos durante la campaña del año pasado en la carretera del Aeropuerto.

Un momento de uno de los controles de la DGT establecidos durante la campaña del año pasado en la carretera del Aeropuerto. / El Día

Llegan las comidas navideñas de empresa y, como ya es tradicional, a la par que esos banquetes de empresa, llega una nueva e intensa campaña de la Dirección General de Tráfico (DGT) con el objetivo de evitar y castigar que los conductores se pongan al volante bajo el efecto del consumo de alcohol y, en esta ocasión, también de cualquier tipo de sustancia estupefaciente. La nueva campaña de la DGT se traduce en controles que se llevarán a cabo en las carreteras desde el próximo lunes 11 de diciembre y hasta el próximo domingo 17 de diciembre. Fuentes de la Subdelegación de Gobierno en Córdoba detallaron ayer que se llevarán a cabo más de 400 pruebas diarias de alcoholemia y drogas a los conductores; por lo que, en total, se realizarán más de 2.800. Esos controles se ejecutarán "a cualquier hora del día y en cualquier tipo de carretera" de las que atraviesan la provincia.

Con el objetivo de que la campaña se generalice también a todas las vías urbanas, Tráfico ha invitado a los ayuntamientos de la provincia a que se sumen a la misma, con el establecimiento de controles en sus respectivos cascos urbanos.

Casi la mitad de los conductores fallecidos en 2015 había tomado alcohol o drogas

Las fuentes de la Subdelegación del Gobierno insistieron en que el alcohol y las drogas son los causantes de casi un tercio de los accidentes mortales que se registran en las carreteras. Según informaron, en lo que va de año, en las vías cordobesas 1.665 conductores dieron positivo en los controles de alcohol y drogas. De ellos, 624 dieron positivo en drogas y 1.041 en consumo de alcohol. A estas cifras hay que sumar la de los controles que realizan las distintas policías locales en su ámbito de actuación. Poco han variado las cifras respecto al mismo periodo de 2016; apenas han crecido los positivos en un 1%. Así, hasta diciembre del pasado año un total de 1.653 conductores dieron positivo en las carreteras cordobesas por este tipo de consumos, cifra que a su vez era similar a la arrojada en el mismo periodo de 2015, cuando se registraron 1.662 denuncias. Todo ello cuando desde la Subdelegación del Gobierno se defendió hace un par de años la necesidad de bajas estas cifras.

Según la última memoria del Instituto Nacional de Toxicología -la correspondiente a 2015-, el 43,1% de los conductores fallecidos y analizados (638) por dicho organismo tenían presencia en sangre de alcohol, drogas o psicofármacos. En el caso de los peatones analizados (179), este porcentaje asciende al 46,37%.

Y es que, según se desprende de las estadísticas que baraja la DGT, el 12% de los conductores cordobeses coge el coche tras haber consumido alcohol o/y drogas. Además, el 5% de los conductores que dieron positivo son policonsumidores, según detallan los datos de la DGT, datos que destacan que las drogas más consumidas son el cannabis y la cocaína, un consumo que ha ido in crescendo entre los conductores en los últimos años.

Desde la Subdelegación del Gobierno recordaron ayer que algunos de los efectos que provoca la ingesta de alcohol, que es absorbido rápidamente en sangre, son problemas de coordinación, dificultades de concentración o el incremento de la somnolencia. E incidieron en que el consumo de alcohol, además, empeora un 15% el pronóstico de las lesiones que se sufren en un accidente de tráfico.

En el caso del consumo de drogas, el cannabis, por ejemplo, hace que disminuya la capacidad del conductor para la toma de decisiones y de percepción, además de la pérdida de reflejos. La cocaína, por su parte, reduce también la capacidad para tomar decisiones y valorar riesgos y hace que disminuya también la sensación de fatiga. Otro de los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno desvela que fumar tres porros multiplica por siete el riesgo de accidentes.

Desde la Subdelegación del Gobierno recordaron que en el caso de superar se los niveles de alcohol permitidos o de consumo de drogas, la Ley de Seguridad Vial fija penas de prisión de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, además de la privación del derecho a conducir de uno hasta cuatro años. La normativa también establece que la negativa a someterse a las pruebas puede estar penada con prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años.

También informaron de que la última reforma de la Ley de Seguridad Vial contempla para los conductores reincidentes, tomados como tales aquellos que hubieran sido sancionados en el año inmediatamente anterior por dar positivo a alcohol, la sanción de 1.000 euros. Esta misma sanción de 1.000 euros se aplica también a aquellos conductores que circulen con una tasa que supere el doble de la permitida.

En el caso de las drogas, la ley prohibe conducir con presencia de drogas en el organismo del conductor, quedando excluidas las sustancias que se utilicen bajo prescripción facultativa y con una finalidad terapéutica. Esta infracción catalogada como muy grave está castigada con una sanción de 1.000 euros y la retirada de seis puntos del carnet.

Asimismo, desde la Subdelegación del Gobierno insistieron en que con este tipo de campaña se quiere crear una mayor concienciación entre los conductores de que no solamente el alcohol y la conducción es un binomio peligroso, sino que también las drogas y la conducción son en numerosas ocasiones sinónimas de muerte.

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