El concejal de Patrimonio, Casco Histórico y Naturaleza del Ayuntamiento de Córdoba, Rafael Jaén, afirmó ayer que espera que las obras de remodelación y puesta en valor del Templo Romano de la capital, ubicado junto a la calle Claudio Marcelo, concluyan en el primer semestre del año, tras solicitar una prórroga para la conclusión de las mismas como consecuencia de las inclemencias meteorológicas de los últimos meses que "han impedido trabajar con la piedra".

El edil destacó que confía en que las obras culminen antes de que llegue julio con el objetivo de que se pueda visitar el perímetro del Templo, y posteriormente abra el Centro de Interpretación, que permitirá también las visitas interiores. Además, comenta que "el punto final es la iluminación", para lo que ya hay un acuerdo con Endesa, que "quiere hacer algo grande" y dicha actuación conllevará que "no se vea ningún cable", como ahora ocurre.

Por otra parte, indicó que los paneles y paredes blancas de las medianerías "servirán para recrear elementos patrimoniales sobre la ciudad romana" o efemérides que "se puedan celebrar", con imágenes audiovisuales, al tiempo que subraya que se trata de "un edificio emblemático de la ciudad, que se construyó en unos 40 años"; cuenta con 15 metros de ancho y 32 metros de largo, con seis columnas en el frontal y diez en los laterales, pero "durante los últimos 25 años ha estado abandonado y en ruinas".

Las obras están presupuestadas en 300.000 euros. En concreto, la primera de las actuaciones, que cuenta con unos 207.000 euros, se basan en la mejora ambiental y física del entorno, con un tratamiento sobre todas las medianeras que recorren el perímetro del templo, además de las actuaciones que se llevan a cabo en el interior para favorecer su visita. Al respecto, se ordenan los restos del interior; donde haya desniveles se han colocado barandillas, y se eliminará el cerramiento recayente a Claudio Marcelo.