Córdoba

Los Reyes dejan una lluvia de regalos en una tarde para los niños

  • El cortejo partió puntual a las 17:00 desde la plaza de Santa Teresa y finalizó sobre las 22:00 en la avenida de Barcelona · Miles de personas acompañaron a sus majestades por las calles de Córdoba

La única lluvia protagonista ayer fue la de peluches y caramelos que lanzaron los Reyes Magos en su paseo por Córdoba. El tiempo –que auguraba algo de agua– respetó el día de los niños, que disfrutaron siguiendo el cortejo de sus Majestades por las calles de la ciudad. Melchor, Gaspar y Baltasar, junto con sus pajes, no dejaron ni un momento de lanzar regalos mientras se abrían paso entre los miles de cordobeses que siguieron la cabalgata que este año fue espectacular. Porque los más pequeños no entienden de crisis y por eso el Ayuntamiento aumentó su presupuesto para ofrecer una imagen parecida a la ilusión que imperaba ayer en los niños. Mickey, Minnie, las Supernenas, las tortugas Ninja o Mario Bross se colaban en el pasacalles que conformaba el cortejo. Los pequeños miraban con los ojos abiertos de par en par para no perderse un detalle, sólo los cerraban para guiñar a los Reyes y recordarles que han sido buenos y que deben cumplir con sus peticiones.

Mucho antes de la hora prevista para el inicio del cortejo, las 17:00, centenares de familias ya se agrupaban en los alrededores de la plaza de Santa Teresa, en el Campo de la Verdad. Mientras, los niños se subían a las carrozas, las llenaban de caramelos y la banda del Cristo del Amor calentaba los instrumentos para no fallar en su repertorio preparado y formado por más de 30 villancicos. Ya vienen los Reyes Magos fue el elegido para abrir el cortejo, nada más adecuado para la ocasión. Pequeños y mayores cantaba al son de las cornetas y tambores de esta agrupación musical que acude fiel cada año a su cita con la cabalgata cordobesa. Después vinieron otros antiguos y más novedosos, como Blanca Navidad o Los peces en el río, además de un popurrí que animó a todos los cordobeses y turistas que siguieron el cortejo. 

Chechu fue uno de los pajes que ayudó al rey Baltasar en su tarea de repartir los más de 40.000 kilos de caramelos que había preparados. En su misma carroza estaban Mercedes y Esther, de 14 y 12 años respectivamente. Ellas sí tenían más experiencia, “es nuestro tercer año”, aseguraban, por lo que confesaron estar más que preparadas para lanzar sin descanso los regalos a los niños aunque “los peluches siempre se acaban”, lamentaron. Agustín también acompaño al monarca negro durante todo el recorrido. Unas cinco horas de trayecto, aunque él no se cansa “porque me encanta”. Tener a los reyes tan cerca es una ventaja para convencerles de lo bien que se han portado y asegurarse los regalos. Agustín ya mandó hace tiempo la carta en la que relataba sus peticiones que van desde “una tele” hasta “un juego para la Nintendo”, pasando por “un juego de Flippy”. Una lista un tanto larga aunque en días como el de ayer, todo es posible.

Con Gaspar viajaban Nieves y Sergio, que el año pasado también fueron protagonistas en la Cabalgata ya que encarnaron a María y José en la carroza del Nacimiento. Nieves, que ya estaba acostumbrada en esto de los desfiles reales aseguró que no me cansa de tirar caramelos hasta llegar a la avenida de Barcelona. Y Melchor tenía entre su comitiva a Martín, Antonio y Miguel, entre otros. Estos tres pequeños aseguraban que durante los últimos 12 meses se habían portado “muy bien”, aunque no son “delicados” con los regalos. “Nos gusta todo”, decían.

El desfile partió puntual a las 17:00 con la sección montada de la Policía Local, a la que siguieron las carrozas y pasacalles que recrean escenas religiosas como la Anunciación y el Nacimiento de Jesús. Los dibujos también fueron protagonistas en la Cabalgata con los montajes de personajes tan populares como Blancanieves y los Enanitos, Los Cuatro Fantásticos o Las Crónicas de Narnia. Los Reyes Magos estuvieron representados en Córdoba por el hermano Manolo de los Hermanos de la Cruz Blanca –Gaspar–, la vocal de relaciones externas de la Federación de Peñas, María Adela Mira –Baltasar– y Enrique Boza, el joven que resultó afortunado en el sorteo realizado por el Ayuntamiento para elegir a Melchor. Los tres confesaron sentirse “muy ilusionados” por formar parte de una tarde mágica.

Las caras de los niños marcaban ese ambiente festivo de una jornada en la que parece que todo es posible. Después de acompañar a sus Majestades hasta el final del recorrido –a la avenida de Barcelona, sobre las 22:00–, los niños debían irse a casa a dormir y esperar los regalos. Nieves, sin embargo aseguró que “yo no puedo dormir” de los nervios que entraña esperar la visita de los Reyes. Otros pequeños como Raúl, estaban ayer expectantes ante los presentes que le iban a dejar Melchor, Gaspar y Baltasar, aunque tenía claro que lo que más deseaba era “la casa de Mickey”. Los mayores también disfrutaban con el pasacalles y viendo las caras de ilusión de los niños. Uno de los momentos más espectaculares fue la de la cabalgata a su paso por El Corte Inglés de Ronda de los Tejares, donde una lluvia de globos y regalos sorprendió a los miles de cordobeses que se agolparon en el centro de la ciudad. En este punto se produjeron complicadas aglomeraciones de personas que dificultaron el paso del cortejo y el propio paseo de los ciudadanos. Una tarde mágica, preludio de una noche de nervios e ilusión y una mañana para disfrutar.

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