Tan sólo un año y medio después de iniciarse las reformas de las casas de El Cerro y cuando apenas si se han ejecutado la mitad de las cerca de 750 obras que hay previstas en la zona, han empezado a detectarse los primeros fallos. En total, según concreta un informe realizado por los representantes de la Asociación de Vecinos Puente Romano, en 26 de los inmuebles en los que ya se había actuado se han reabierto las grietas que dieron pie a este proyecto municipal. Este rebrote del problema ha creado un cierto estado de alarma en el barrio, cuyos residentes creen que estos casos suponen una seria advertencia para todos. Creen que muchas de las casas que ha rehabilitado el gobierno municipal pueden correr la misma suerte. No en vano, fuentes de este colectivo señalaron a El Día que, aunque son una veintena los vecinos que ya han denunciado la reapertura de fisuras en paredes y techos, "hay otros que dicen que ya han visto irregularidades".

Según los niveles que estableció la Gerencia de Urbanismo al definir el proyecto, la mayoría de las casas en las que se han reabierto las grietas corresponden al bloque de menor gravedad, en el que figuran las viviendas que recibieron unos 4.300 euros para obras. Asimismo, en torno a una decena de estos 26 inmuebles corresponden al segundo nivel, a los que se les asignó unas subvenciones que iban de 15.000 a 18.000 euros.

Entre las actuaciones que se llevaron a cabo en estas casas destacan, sobre todo, el cierre de las fisuras, el arreglo de las zonas de escayola y la aplicación de una mano de pintura a los techos y paredes en los que se había intervenido. En las que tenían un mayor deterioro también se repuso la solería dañada y se incrementó el grosor de la capa de hormigón sobre la que se levantan estas construcciones. La reaparición de las fisuras demuestra que las mejoras resultan insuficientes.

La nueva situación a la que se ha llegado en El Cerro refuerza la tesis de quienes manifestaron que las reformas -valoradas en unos diez millones de euros, según el último presupuesto- no bastarían para resolver el problema y que apostaron en su día por una intervención más profunda. La consolidación de la estructura y la nueva cimentación de las casas fueron algunas de las "necesidades" que se pusieron sobre la mesa al abordar el mal estado en el que se encontraba el parque inmobiliario de esta zona del Campo de la Verdad.

Las reformas del también conocido como barrio de Fray Albino se hicieron populares por el "coste cero" para el bolsillo de los vecinos al que se comprometió la alcaldesa, Rosa Aguilar, en el tumultuoso Pleno de septiembre de 2005. Desde el primer día, este plan se convirtió en uno de los principales quebraderos de cabeza para el gobierno local, tanto por el creciente número de casas que se fueron sumando como por la búsqueda de ayudas. Así, este programa de actuaciones pasó de las poco más de 400 viviendas iniciales a las 750, un aumento que obligó a las administraciones públicas a pasar de los 3,5 millones de euros a los diez que estableció el último presupuesto.