La Fiscalía ha pedido una pena de seis años de prisión y una orden de alejamiento durante tres años para un joven, de 22 años en el momento de los hechos, acusado de un delito de agresión sexual supuestamente cometido sobre una menor de 16 años tras llevarla a un paraje deshabitado en Pozoblanco. El juicio se prevé celebrar el jueves día 7 en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba.

Según recoge la calificación del Ministerio Público, el procesado mantenía una relación de amistad con la joven y los hechos ocurrieron después de encontrarse en una fiesta de cumpleaños de una amiga común en febrero de 2017.

Al respecto, la chica se encontró indispuesta y le pidió al acusado que le dejara descansar en su coche, a lo que él accedió y la acompañó, para después regresar a la fiesta.

Al cabo de un rato, el procesado volvió al vehículo y "sin decirle nada" a ella arrancó el coche y se marchó del lugar "sin su consentimiento", de manera que presuntamente la llevó a un paraje "deshabitado y desconocido" por la menor "a través de un camino solitario".

En este sentido, el fiscal relata que él no respondió en ningún momento a las preguntas que ella hacía sobre hacia dónde se dirigían. Una vez allí, el acusado, "sin mediar palabra", supuestamente cometió el delito por el que se le acusa, mientras que la menor se oponía diciéndole que "no quería tener nada que ver" con él, a la vez que "trataba de apartarle la mano".

No obstante, el procesado hacía caso omiso, si bien la joven trató de salir del coche, algo que el varón le impidió en un principio, aunque lo logró ante su insistencia.

Sin embargo, al ver que se encontraba "totalmente desorientada y desubicada y sin saber cómo volver", regresó al coche y le pidió que regresaran a la fiesta, pero el acusado "desoyó sus peticiones e insistió nuevamente en mantener relaciones sexuales", a lo que ella se negó con "resistencia".

Entretanto, el Ministerio Público detalla que no consta que la joven sufriera lesión alguna por estos hechos, si bien el informe de la Asociación Andaluza para la Defensa de la Infancia y Prevención del Maltrato (Adima) revela que "el relato que hace la menor puede ser catalogado como probablemente creíble", así como "compatible con un supuesto de violencia sexual".