Primer día de la cita por antonomasia del gran mes cordobés

Las ganas de Patios vencen a una lluvia que se autoinvita a la Fiesta

  • La cita comienza con precipitaciones que van desapareciendo conforme va transcurriendo la jornada y que no impiden las visitas intermitentes en algunas zonas y las colas en otras

Una larga cola espera la entrada a uno de los patios de Alcázar Viejo.

Una larga cola espera la entrada a uno de los patios de Alcázar Viejo. / R. GRáfico; Juan ayala

Once de la mañana. Segundos arriba, segundos abajo, las puertas de los 50 patios populares que participan en el concurso municipal de 2018 abren sus puertas, como también las abren los 12 institucionales y fuera de concurso que se pueden visitar, como los anteriores, hasta el próximo 13 de mayo, domingo -entre las 11:00 y las 14:00 y las 18:00 y las 22:00-. La fiesta comienza con un enemigo que se ha autoinvitado, una lluvia que por momentos es tormenta y que amenaza con aguar la cita, pero esa lluvia no contaba con unas ganas de Patios de cordobeses y turistas que acaban por ganarle el pulso. Esas ganas llenan las calles -por las que discurren las seis rutas de patios diseñadas por el Ayuntamiento- de personas dispuestas a recorrer cuantos más recintos, mejor. Eso sí, en algunas zonas, como Regina-Realejo o San Lorenzo, las visitas son a cuentagotas, sin prisas, pero sin pausas; y en otras, como Alcázar Viejo o Santa Marina-San Pedro, en menor medida, se forman colas a las puertas de los recintos.

La lluvia ha arreciado y se ha despedido de momento. Son las 12:30 y Silvia Claramonte da la bienvenida a las puertas del patio de Frailes, 6 a su visitante número 180. "Ya van 180 personas en hora y media", comenta la controladora, dando cuenta de lo que marca el contador que pulsa cada vez que una persona entra en el recinto. "Este patio es chiquitito, pero resultón y muy bonito, tiene algo especial", comenta Ángela Pérez, quien sale del patio -perteneciente a la ruta de San Lorenzo- junto a su amiga Lola Rico, en un momento en el que entra en el mismo Antonia Pareja, que forma parte de un grupo de 17 personas. Ángela y Lola viven en Córdoba. Antonia y los suyos llegan de Estepona (Málaga). "Llevamos ya cuatro patios vistos; yo me he criado en San Lorenzo y prefiero ver los de esta zona antes incluso que los de Alcázar Viejo, que se pueden visitar en otra época del año. Aquí hay patios que yo no sabía ni que existían y que sólo se pueden ver en esta época", sentencia.

Los recintos se pueden visitar entre las 11:00 y las 14:00 y entre las 18:00 y las 22:00

Virginia Moreno, propietaria de Frailes, 6 espera dentro para ejercer, si hace falta, de cicerone. Virginia detalla a quien le pregunta que la poesía en letras árabes que baja por las escalera del también llamado Patio del Vesubio -porque ardió- es una composición de su hija, Selene Urbano, quien también firma un texto que tiene enmarcado en el recinto, que escribió con tan sólo 15 años, "y recoge como si la casa, hablando, le hubiera contado su historia". También cuelga del recinto un cuadro "que recoge el primer poema escrito a los patios, una obra de mi abuelo Rafael Molina que se llevó a la Unesco como parte de la documentación para conseguir la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de los Patios", puntualiza. "Luego, coincidencias de la vida, mi tío Pepe Molina lo reescribió ilustrándolo con un dibujo que hizo con palillos de dientes, todo ello cuando también tenía 15 años", cuenta mientras señala al cuadro que lo recoge.

La gente continúa entrando y saliendo del recinto intermitentemente y quienes no conocen Córdoba le piden, guía en mano, a Silvia Claramonte que les indique dónde está el patio de San Juan de Palomares, 11. Allí, en la que es la sede de la Asociación de Propietarios y Vecinos de Patios, Rejas y Balcones Claveles y Gitanillas espera a las puertas Marta Vals, quien lleva contabilizadas ya 200 visitas cuando la Fiesta no hace ni dos horas que empezó. Junto a la controladora recibe el cuidador del patio, Ángel Castillo. "Se han cumplido ya cinco años que lo cuido, el mismo tiempo que los Patios son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad", puntualiza en un momento en el que comprueba que algunos turistas consideran a los recintos que no participan en el concurso municipal como patios de segunda. "Vámonos a este otro que en la guía aparece cerca de aquí, al de San Juan de Palomares, 8", comenta Yolanda Figueroa, una madrileña que ha aprovechado para "venir a Córdoba de patios" el puente que vive la comunidad autónoma que hasta hace unos días gobernó quien no consiguió sobrevivir a su propio 2 de mayo, Cristina Cifuentes. Yolanda y los suyos ni siquiera han cruzado la puerta al ver que "uno de los patios más premiados de la historia del concurso", como bien apunta Ángel, aparece en esa guía en el apartado de fuera de concurso. El cuidador de San Juan de Palomares, 11 tiene ya experiencia en esas lides, no es la primera vez que recibe a las puertas del recinto y ha oído y visto de todo. Sabe que la temporada alta para el patio está por llegar, llegará en los días de los fines de semana de la Fiesta, "días en los que las colas de gente que espera entrar alcanzan hasta San Juan de Letrán", relata.

Colas que también se viven esos días en el sus padres -Gabriel Castillo y Julia Cordero-, el de San Juan de Palomares, 8, un patio que a las algo menos de dos horas de comenzar la cita lleva, según el contador del controlador Alberto Blasco, 210 visitas. Entre esos visitantes, los valencianos Agustín Sala y Rita Fabras, quienes dejan constancia de que la ruta de Santa Marina-San Agustín está algo más poblada, con colas no demasiado significativas en Marroquíes, 6. Agustín y Rita han optado por la ruta de San Lorenzo mientras que otros componentes del grupo con el que viajan están en Alcázar Viejo, "donde nos cuentan que hay algunas colas; no obstante, nosotros hemos preferido visitar otras zonas más tranquilas como ésta, ya que conocemos la de Alcázar Viejo, donde ya estuvimos en la edición del año pasado, y entonces nos costó Dios y ayuda acceder a los patios para luego estar tan sólo algo menos de un minuto en cada uno de ellos por la gran cantidad de gente que se da cita en ellos", puntualiza Rita.

Como Agustín y Rita, Pedro de la Morena y Esperanza Arrieta -procedentes del Madrid- no es la primera vez que llegan a la ciudad califal expresamente para visitar patios. Pedro y Esperanza están entre las 200 visitas que lleva en casi dos horas contabilizadas Lola Medina a las puertas de Pastora, 2, el patio de Rafael Barón, el recinto que defiende el primer premio en la categoría de Arquitectura Moderna cosechado en la edición de 2017. La pareja madrileña le recuerda a Rafael que ya estuvo en el recinto hace dos años durante la Fiesta de los Patios en Navidad y destacan "el precioso belén barroco" con el que quien es el presidente de la Asociación Claveles y Gitanillas adorna su singular recinto, donde un año más vuelve a asombrar a los turistas la capilla en la que se le da culto a la Virgen de la Salud, además de la gran cantidad de flores que se reparten por el mismo. Rafael recibe a quien llega dispuesto no sólo a ejercer de cicerone de su propio patio, sino también de todo lo que tiene que ver con la historia de la Fiesta.

"Los propietarios y cuidadores lo que esperamos es que se pase ya la nube ésta, que el anticiclón se ponga en lo alto de Córdoba y nos deje disfrutar de la Fiesta sin tanto frío, porque más parece la Navidad en los Patios que la Fiesta de los Patios de Córdoba", comenta el dueño de Pastora, 2. "Según los partes meteorológicos, parece que hoy es el día así malo y luego no dan algo de lluvia hasta el próximo lunes, a ver si es verdad", añade mientras le felicitan por cómo tiene un año más el recinto, todo un centro de interpretación de los patios, como le refiere uno de los visitantes, que lamenta que esté "algo alejado" de la zona en la que suele haber más número de visitas. "Hace un momento estuvo aquí un trabajador de otro medio de comunicación y me comentaba que hay otra zona que todos conocemos que está saturadísima y con colas, y yo le he dicho que si mi casa estuviera en aquella zona yo no lo abriría; aquí tenemos una cosa más sencillita y viene la gente más tranquila y salteada, con lo que pueden disfrutar muchísimo más de los patios", defiende Rafael.

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