Córdoba

Objetos perdidos que esperan a sus dueños

  • Las festividades son las épocas en las que más elementos se pierden en Córdoba Una silla de ruedas destaca entre los cúmulos de pertenencias

Un sobresalto, miradas a un lado y otro, revisar bolsillos y comprobar que nos falta. Quién no se ha visto en esta situación cuando comprueba que le falta un objeto que acaba de perder. Córdoba, como todas las ciudades, cuenta para estos despistes con distintas oficinas de objetos perdidos, que se encargan de guardar e intentar contactar con los ciudadanos, entre las que está la de la Comisaría de Policía Local. Asimismo, los grandes almacenes o los transportes públicos también cuentan con este tipo de despachos que intentan que elementos que llegan a su centros. Sorprendería la cantidad de objetos que los cordobeses y turistas pierden a diario en la capital.

Durante todo el año el nivel de objetos que ocupan las estanterías de las oficinas suelen ser semejantes. Sin embargo, en las festividades sí que se produce un incremento de estas pérdidas. Las carteras, son por norma lo que más reciben en la oficina de la Policía Local. Los paraguas, bisutería, gafas de sol y de vista son los que más se encuentran en los grandes almacenes. Y la ropa, por su parte, suele ser el único objeto que se encuentran en la sede de la empresa municipal de autobuses de la ciudad (Aucorsa), según explicaba el encargado el Responsable de objetos perdidos de la empresa.

Estos comunes elementos están acompañados en las estanterías por otros algo menos habituales. Así, el agente encargado de la oficina de objetos perdidos de la Policía Local, Antonio García, destaca que por su oficina han pasado cosas tan dispares como una muleta, cantidades grandes de dinero, una impresora e incluso una silla de ruedas. Este último artículo, por su valor, se intento localizar donde se había adquirido aunque no han logrado encontrar al dueño. Los grandes almacenes, por su parte, también han encontrado diferentes cosas que como poco han llamado la atención de aquel que las hallaba, como es el caso de un audífono o dentaduras postizas. Estos forman así parte de ese grupo de extraños elementos que parece difícil que alguien pierda, pero que por alguna historia han terminado decorando, junto a bolsos, mochilas o cascos, las salas habilitadas para estos.

Hasta que llegan a disposición de los encargados de gestionarlos objetos, se siguen diferentes protocolos de actuación. Por ejemplo, en los grandes almacenes lo primero que realizan es "un control interno", esto es, anotan quién lo ha encontrando el objeto, clarificando el cuándo, dónde y una serie de detalles más. Tras esto " los archivan con su correspondiente número de control", a la espera de que su dueño se personalice en la oficina para recoger el mismo, explicaban los encargados de esta sección en los grandes almacenes. García, por su parte, explicaba que cuando llega un elemento nuevo a su oficina de la Policía Local lo primero que realizan es una investigación para localizar a los dueños. Si esta indagación tiene resultados positivos, se contacta con el propietario para que acuda a por ello. En el caso de que sea propiedad de un turista, se hace un envío a través de mensajería que corre a cargo del dueño del elemento. La llegada de los elementos a la oficina de la Comisaría es diferente, en este caso cualquiera puede acercarse a entregar lo encontrado. El agente destaca que en muchas ocasiones son empleados de la empresa municipal Saneamientos de Córdoba (Sadeco), los que por su trabajo se suelen encontrar bastantes carteras que "la gente encuentra y tira a las papeleras". El pequeño recinto destinado para estas pertenencias se encuentra se encuentra siempre a rebosar de cajas, con las fechas en las que los artículos fueron recibidos, y montones que se acumulan esperando la llegada de los dueños de estas pertenencias.

Así las cosas, los elementos tienen fecha de caducidad en las salas de objetos perdidos. En la Policía Local, el tiempo medio que guardan estas pertenencias oscila entre el año o año y medio, en función de la importancia de los mismos. Después de este periodo los materiales son destruidos. De igual forma, los grandes almacenes guardan los artículos de alto valor durante un año y los artículos de poco valor, se guardan un máximo de dos meses. Una vez ha pasado el tiempo estipulado, desde los grandes almacenes explican que "los entregan a asociaciones benéficas".

Objetos perdidos, de mayor o menor importancia pero continuarán llegando los estantes de los centros. La reacción, por tanto, que se siente en el momento de la pérdida puede pasar a una anécdota si, finalmente, el recorrido que han seguido las pertenencias llegan hasta alguna de las oficinas de Córdoba. Estas oficinas continuarán intentando facilitar la recogida y que los dueños acudan hasta estas. Ya que, desde los grandes almacenes exponían que "algunas veces no acuden a recuperar los artículos, por el desconocimiento de la existencia del departamento de objetos perdidos de los centros comerciales". Es importante, por esto, saber que si no se ponen en contacto directamente con los ciudadanos, las salas estarán a disposición de los mismos para la recogida de algún elemento que identifiquen como propio.

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