movilización Respuesta a las medidas del Gobierno central

Miles de personas salen a la calle por tercera vez contra la reforma laboral

  • Los sindicatos calculan que 25.000 ciudadanos se suman a la manifestación y el Ayuntamiento rebaja la cifra a 5.000 · CCOO y UGT afrontan con optimismo la huelga general del próximo día 29 y confían en que el seguimiento sea masivo

Los sindicatos volvieron ayer a echarle el pulso al Gobierno, y miles de personas salieron a la calle por tercera vez en menos de un mes para exigir al Ejecutivo de Mariano Rajoy que retire el texto de la reforma laboral. Trabajadores del sector privado y funcionarios, desempleados, afectados por expedientes de regulación de empleo y familias al completo descontentas con la reforma secundaron la movilización de los sindicatos, que calificaron la convocatoria de "éxito rotundo" y calcularon que fue seguida por cerca de 25.000 personas. El Ayuntamiento, sin embargo, minimizó el efecto de la llamada a 5.000 manifestantes con un baile de cifras que suele ser habitual en este tipo de convocatorias.

Aparte de CCOO y UGT, a la protesta acudieron otras organizaciones de trabajadores como Ustea, la CGT y la CNT, así como la mayoría de partidos políticos. Excepto el PP y Unión Progreso y Democracia (UPyD), hubo representantes del PSOE, Izquierda Unida, el Partido Andalucista y Equo, que cambiaron los escenarios habituales de la campaña electoral en favor de las proclamas y las banderas. Todos avanzaron tras una pancarta sujetada por los responsables provinciales de UGT y CCOO donde podía leerse: "No a la reforma laboral. Injusta, inútil, ineficaz".

Los convocantes aprovecharon la manifestación para tomar el pulso a la calle y analizar qué puede ocurrir el día de la huelga general. "Será sólo un punto y seguido en las movilizaciones, porque cada vez somos más los que decimos basta ya a este atropello", indicó el secretario provincial de UGT, Antonio Fernández, quien reconoció que el 29 de marzo será un día clave: "Vamos a movilizar a todos los afiliados para que sea un éxito. Nos jugamos mucho". Fernández denunció el "ataque frontal de la derecha" y acusó al Gobierno central de "poca sensibilidad con los ciudadanos". "Rajoy hizo de futurólogo cuando reconoció que la reforma tendría como respuesta una huelga general", dijo ante los micrófonos cuando la marcha llegó a la plaza de las Tres Culturas. El secretario provincial de CCOO, Rafael Rodríguez, exigió al Ejecutivo de Rajoy "que escuche a la calle". "La España real está aquí, y es a la que tiene que defender el Gobierno, y no a la España de los despachos y los mercados". Rodríguez se mostró esperanzado en no tener que llegar a la huelga general por que el presidente del Gobierno retire antes el decreto ley. "En caso contrario, será un éxito", auguró.

"Andalucía, Arenas no se fía", "La crisis que la paguen los capitalistas" o "Contra el paro, lucha obrera" fueron algunas de las proclamas que se escucharon en la manifestación, en la que también hubo dardos contra la gestión del exgobierno socialista. Paradójicamente, el PSOE, que movilizó a un buen número de cargos públicos, hizo oídos sordos y se situó a pocos pasos de la cabecera de la movilización. Por parte del PSOE, asistieron el secretario provincial, Juan Pablo Durán; los diputados Rosa Aguilar y Antonio Hurtado; varios delegados de la Junta y candidatos a las elecciones autonómicas. Esta es la prueba "más que evidente de que la gente ha dicho basta", expresó Durán, quien añadió que "a la ciudadanía cordobesa se le está cayendo de una vez por todas la venda de los ojos". "Ya sabe lo que significan las mentiras del PP, prometer algo y no cumplirlo. Lo hizo Rajoy, lo hizo Nieto y ahora lo hará Arenas", terminó. La candidata del PSOE al Parlamento andaluz Soledad Pérez insistió en que la reforma "engaña a la sociedad" y "abarata el despido". Con ella, el PP "ha renunciado a la creación de empleo", insistió.

IU sujetó su propia pancarta -"Por una salida social a la crisis. En defensa del empleo"-, con la presencia de cargos públicos y de su candidata a la Junta, Alba Doblas. El secretario provincial de la coalición de izquierdas, Pedro García, confió en que la huelga general "sea un éxito" e invitó a los ciudadanos a unirse a las movilizaciones: "Cada día se demuestra que es muy importante que los sindicatos y los partidos de izquierdas estemos unidos para defender a los trabajadores de la agresión que sufren por parte de la derecha", dijo.

El candidato del PA a la Junta de Andalucía por Córdoba, Antonio Manuel Rodríguez, fue muy gráfico al explicar la peor cara de la crisis: "Si nos juntáramos todos los parados cordobeses, no cabríamos en el Santiago Bernabéu, y si se dieran la mano todos los parados andaluces se crearía una cadena humana desde Cádiz hasta París". Rodríguez invitó a los ciudadanos a salir a la calle: "Cualquier movilización es infinitamente más útil que quedarse en un sofá viendo la televisión. Las voces que están cuestionando la huelga general provienen de la derecha y la ultraderecha, que creen que el inmovilismo es la solución. Pero gracias a la movilización andaluza, por ejemplo, se consiguió el Estatuto".

Salustiano Luque, candidato por Equo a la Junta, explicó que, contra la reforma laboral, existen "alternativas que permitirían reactivar la economía y generar empleo", sobre todo de la mano de las energías limpias, "como está haciendo Alemania". Luque lanzó un mensaje de esperanza: "Hay alternativas y no podemos permitir que nuestros jóvenes sean una generación perdida".

Más allá de los integrantes de partidos políticos, a la macha se sumó un buen puñado de afectados por la crisis económica, como la plantilla de Corbaño, una empresa de fabricación de muebles de Pedro Abad que acaba de presentar un expediente de regulación de empleo para despedir a 50 personas de una plantilla de 80 operarios. "Han esperado a que se aprobara la reforma para aprovecharse de la situación", dijo el presidente del comité de empresa, Andrés Orgaz. También asistieron los trabajadores de Eulen despedidos en ABB.

Excepto un pequeño altercado con un conductor que se metió en la marcha en La Victoria y provocó las quejas de los asistentes, la manifestación avanzó sin incidentes desde los jardines de la Media Luna hasta la plaza de las Tres Culturas. Los integrantes de las Juventudes Comunistas y los afiliados a la CNT pusieron la nota de color y el contrapunto a una movilización muy marcada por la campaña electoral y por las discursos de los candidatos. El secretario de este último sindicato, Pablo Martínez, confió en que la huelga no se utilice para "maquillar" la reforma, sino que "tienen que retirarla". Y se mostró crítico con la presencia del PSOE: "Es indefendible después de que hayan recortado derechos, pensiones y hayan tomado medidas a favor de la banca". El secretario de la CTA, Francisco Moro, también abogó por "derogar" el decreto.

Francisco Díez, del sindicato Ustea, llamó la atención sobre el hecho de que la reforma también perjudica a los trabajadores de las administraciones públicas, pues "permite plantear expedientes de regulación de empleo". Dijo, además, que los funcionarios también deben sentirse en el punto de mira después de que el presidente de la patronal, Juan Rosell, afirmara que sobra plantilla.

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