Córdoba

Lugares en los que degustar la ciudad

  • Las noches de verano en Córdoba invitan a disfrutar en las terrazas de la cocina local -desde la más tradicional a la más innovadora- tanto en ambientes íntimos como festivos

La ciudad de Córdoba está disfrutando de un verano algo más suave de lo que es habitual en ella. Con el mes de agosto ya en marcha, las vacaciones y un tiempo más agradable en horario de noche, resulta difícil resistir la tentación de pasear por la ciudad y aprovechar para cenar o tomar algunas bebidas disfrutando de las vistas y el ambiente que la misma ofrece. En especial, la oferta de las terrazas de los clubs y restaurantes cercanos al Casco Histórico suponen una oportunidad de disfrutar de la noche y las vistas naturales y patrimoniales de Córdoba, a lo que se suma la experiencia gastronómica con platos locales, nacionales e incluso con toques de innovación. La variedad de ambiente, vistas y cartas hacen que la elección del lugar sea una tarea que requiere tiempo, por lo que la siguiente lista puede servir como ayuda.

Marídame- Calle Céspedes, 5

Lugar idóneo para citas en pareja, este restaurante destaca por su ambiente tranquilo acompañado de poca iluminación. En él tienen cabida las celebraciones de aniversarios, con mesas para dos personas, que se verán complementadas por una gran variedad de los mejores vinos de Andalucía que deben maridarse con platos como el rabo de toro, la mazamorra de almendras o el atún de almadraba. Además, durante la velada se podrá disfrutar de las vistas de la Mezquita de Córdoba, siendo su torre el elemento más visible, generando una imagen que invita a la intimidad y al disfrute de la noche de una manera distinta.

Casa Pepe- Calle Romero, 1

Se trata de uno de los restaurantes más populares de la ciudad, tres plantas en las, que en época veraniega, destaca su terraza que ofrece una temperatura acogedora con la que disfrutar de música ambiente - en algunas ocasiones puede ser que la noche se amenice con la presencia de un músico experto acompañado de instrumentos como la guitarra - y experimentar una cocina llena de tradición. El Casco Histórico se convierte en el enclave perfecto en el que deleitar al paladar con platos como el cochinillo al horno, el rabo de toro o el atún de almadraba, que pueden ser acompañados con cualquiera de los vinos generosos que completan una carta que permite hacer un tipo distinto de turismo por la ciudad.

Casa Rubio- Puerta de Almodóvar, 5

Ubicado en una de las partes de la muralla más significativas, la Puerta de Almodóvar, la amplia terraza de este restaurante destaca por mostrar el contraste visual que suponen las dos secciones del barrio de la Judería. La carta muestra una variedad que cubre la comida tradicional cordobesa, con el flamenquín y el salmorejo como los platos más solicitados entre éstos, con otros platos nacionales y una variedad de pescado que multiplica las opciones a la hora de elegir cena. Para el verano no faltan en este local las ensaladas de la casa y distintos pescados y carnes a la plancha que sirven como alimento ligero al que acompañar con bebidas y música. Respecto a ésta, lo normal es que la música ambiental sea la encargada de poner el tono a la noche, aunque algunos sábados dos artistas realizan esta tarea con sus violines.

La Taberna del Río - Calle Enrique Romero de Torres, 7

Con unas vistas privilegiadas que muestran uno de los emblemas de la ciudad, el Puente Romano, junto con el Paseo de la Ribera, este restaurante apuesta por el equilibrio entre la comida tradicional y la comida de vanguardia. Presenta una carta en la que conviven los mejores quesos artesanos y las croquetas de puchero con la pluma marinada en gochujang y el tataki de presa ibérica, que se pueden fusionar con los sabores que ofrecen los distintos combinados que se realizan en el lugar. Todo ello se ve enmarcado por las vistas del río y el resto de monumentos, a lo que se suma una temperatura que se ve suavizada por la proximidad al Guadalquivir y que se convierten en una opción ideal para que la noche en la ciudad se llene de sabor y plenitud estética.

Taberna La Montillana- Calle San Álvaro, 5

Del mismo grupo que la anterior terraza, el atractivo de este restaurante ubicado en los alrededores de la plaza de San Miguel se haya en la variedad del menú disponible para los comensales que acudan a disfrutar del resultado de sus fogones. Con una equilibrada mezcla entre la cocina más tradicional y los platos innovadores, que comparte con la Taberna del Río, La Montillana ofrece un amplio abanico de posibilidades gastronómicas que permite que, de la misma cocina, salga un salmorejo cordobés, un lechón frito y noodles de choco, langostinos y tirabeques. También se puede disfrutar de puntas de ibérico o patatas bravas, con la opción de cerrar la noche con el sabor dulce como la tarta de la abuela o el bizcocho de aceite, chocochili y helado de vainilla para los más atrevidos. La oferta varía según el estado del mercado y la temporada, lo que da la posibilidad a los usuarios de disfrutar de platos de calidad elaborados de forma que se aproveche todo el potencial y frescura de los ingredientes presentes en ellos.

Sojo Ribera- Paseo Ribera y Plaza Cruz de Rastro, 1

Aunque la propuesta gastronómica se limita al servicio de desayuno y café, este club de ocio cuenta con una terraza que ofrece unas vistas llamativas del conjunto que forman el río Guadalquivir y la estructura del Puente Romano. Con un tono mucho más enfocado al ámbito festivo, la extensa carta de cocteles y combinados son el mayor reclamo de un lugar que cuenta con distintas zonas, entre las que se distingues las abierta y las privadas, que normalmente cuentan con una música ambiente. En verano, las noches del jueves al domingo son protagonizadas por un DJ que hace las delicias del público y marca el ritmo de la noche. Las opciones se completan con un catálogo de cachimbas que funcionan como alternativa o incluso como complemento a los combinados especiales.

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