La reciente tormenta que ha recibido Córdoba en la jornada del martes ha dejado muchos afectados en toda la provincia debido a la cantidad de agua que se precipitó y a la fuerza con la que lo hizo. Durante esa tarde, las calles y carreteras se convirtieron en canales que discurrían hacia los puntos más bajos de cada zona, donde se estancó el agua durante horas. Los servicios de emergencias asistieron a más de un centenar de avisos para ayudar a los vecinos con viviendas anegadas o que se había quedado atrapados en locales y vehículos.

Estos fueron algunos de los daños visibles que dejó la tormenta a su breve paso por Córdoba, pero existen otros afectados por las inundaciones que, a pesar de encontrarse a buen recaudo, tendrán que recibir cuidados para ser restaurados. Se trata de los cerca de 60 coches clásicos que Ildefonso Ramírez guarda en su garaje y que “tienen los bajos afectados por la altura del agua y algunos de los recubrimientos de los faros”, algunos de ellos con recubrimientos bastante costosos.

El dueño de estas joyas asegura que “esto es algo que pasa normalmente, pero yo por no dar problemas siempre he limpiado la suciedad y la humedad”, pero en este caso “ha sido bastante y ha afectado a todos los coches”. En esta ocasión, Ramíreza ha optado por solicitar a Emacsa ayuda para llevar a cabo la limpieza del lugar y conseguir eliminar toda la humedad y suciedad que se ha acumulado en este templo privado, por lo que está a la espera de la valoración por parte de la empresa pública para cubrir estos desperfectos.

Según aclara el coleccionista, “algunos coches han sufrido más y algunos ha sufrido menos”, pero recuerda que “son vehículos que no se pueden mover” y deben permanecer en el garaje, por lo que la solución debe ser pronta. Las inundaciones se deben a la profundidad del sótano, aunque asegura que “está por encima de la canalización general”, por lo que las complicaciones no deberían tener el alcance al que han llegado en esta ocasión.

Algunos de los ejemplares de Ildefonso Ramírez.

Ramírez lleva más de 40 años coleccionando coches: “Los compro y les hago los arreglos que necesiten y los que menos valor tengan para mí los vendo para buscar alguno mejor”, apunta. Entre los ejemplares que ahora se encuentran con las ruedas caladas de agua hay automóviles que datan del año 1904 en adelante, entre los que destacan “cuatro Hispano Suiza, uno de ellos es una pieza muy importante que es de 1908”. Además, se pueden encontrar clásicos “de prácticamente todas las marcas” cuidados en las mejores condiciones.

Su colección “tiene un valor incalculable” y ha sido visitada en varias ocasiones. De hecho, hubo un tiempo en el que algunos de sus coches se pudieron ver en una de las plantas de El Corte Inglés, donde “tuvieron tanto éxito que llegaron para un par de semana y estuvieron tres meses”.