El Hospital Universitario Reina Sofía ha logrado reducir en los últimos tres años un 8,22% su consumo energético gracias a la puesta en marcha de diferentes iniciativas de ahorro. Este porcentaje de bajada se traduce en que el centro sanitario ha dejado de consumir en el último año 3.903.520 kWh de consumo de electricidad, gas y otros combustibles con respecto a 2017, una cantidad de energía similar a la que se emplea en 1.193 viviendas en un año, si tenemos en cuenta que el consumo anual medio de luz en España por vivienda es de 3.272 kWh.

En términos económicos, durante los últimos tres años se ha dejado de consumir energía por valor de 1,8 millones de euros. Pero, además, la principal consecuencia de este descenso de consumo energético es la reducción de emisiones de CO2. Así, el hospital ha dejado de emitir solo en el último año (de 2019 a 2020) 6.305,38 toneladas de CO2.

La sustitución de las luminarias en los ocho edificios por lámparas led, la puesta en marcha de sistema de control horario de maquinaria, el cambio de calderas y equipos de climatización más sostenibles y efectivos, la construcción de una nueva central térmica o la instalación de paneles fotovoltaicos en el techo de los aparcamientos de profesionales están permitiendo esta tendencia decreciente en el consumo.

Todas estas medidas se enmarcan en la estrategia de sostenibilidad que el Hospital Reina Sofía viene desarrollando desde hace una década, en la que no solo está presente la reducción del consumo, sino también "una gestión más respetuosa de los materiales y el fomento de prácticas saludables y de movilidad sostenible, como la reducción del uso del coche para desplazarse o la práctica de subir escaleras frente al ascensor". En este sentido, el centro ha impulsado, por ejemplo, la creación de aparcamientos de bicicletas y patinetes en los diferentes edificios que componen el complejo sanitario.