El Festival Flora ha recibido un total de 91.037 visitas durante el primer fin de semana a alguna de las seis intervenciones que la conforman este año, según los datos facilitados ayer por la organización. Se trata de una cifra considerable si se tiene en cuenta que estos tres días -desde que el viernes se inaugurara el certamen- el mal tiempo ha sido el protagonista. Desde el festival informaron también de que solo durante el domingo se registraron 43.250 visitas, el día de mayor afluencia, mientras que el sábado fueron 36.232 visitas y el viernes, el primer día, un total de 11.285. El primer fin de semana de la pasada edición se registraron unas 80.000 visitas, por lo que este incremento se explica por la expectación que ha generado el certamen tras el éxito del año pasado.

En esta ocasión son seis las intervenciones distribuidas por patios institucionales de la ciudad. En la escuela de arte Mateo Inurria se encuentra la ganadora, Los niños del parque, la obra del belga Mark Colle. El florista -que posee un negocio en Amberes y saltó a la fama por su intervención en un desfile de Dior- ha querido reflexionar sobre cómo afecta la tecnología a los niños de hoy en día y en cómo esto "está creando una generación de zombis". El jurado eligió como segundo ganador a japonés Hideyuki Niwa, cuya obra, El impulso de la pasión, puede contemplarse en la Posada del Potro. Una forma curvada repleta de cientos de platas representa la pasión que, para Niwa, "todos llevamos en el corazón".

Capricho, de Carly Rogers, es la obra expuesta en el patio del Museo Arqueológico y recrea un jardín tradicional inglés inspirado en bodegones clásicos. La cordobesa Lola Guerrera expone en el Palacio de Orive Perseida, un meteorito vegetal que cae en el centro de un patio. Inspirada en la ciencia ficción de los 80, esta obra cuenta con plantas donadas por algunas de las asociaciones de patios de la ciudad. Por su parte, la rusa Natalia Zhizhko se inspiró en el Patio del Reloj de la Diputación -el sitio en el que expone- para su obra. Ahí viene el sol (como cantaban The Beatles) es el título de esta intervención cuya artista pretende rendir homenaje al milagro solar que supone el nacimiento de una flor. Sherlovell Yu hace lo mismo en el Palacio de Viana, donde puede verse Fluido. El chino ha creado un paisaje de ondas concéntricas que chocan entre sí.