Agosto llega a su ecuador y el verano va quemando fechas en el calendario. Un ecuador que se puede aprovechar con escapadas a los lugares de costa preferidos, o para pasear por la ciudad con parada obligatoria en algún centro comercial mientras se combaten las temperaturas de la calle.
La jornada festiva de ayer fue uno de esos días en los que la mayoría de cordobeses aprovechan para recargar pilas de cara al último empujón del verano, o bien intentan enlazar el festivo con algunos días más y poder disfrutar así de unas mini-vacaciones.
Sin embargo, no todos los trabajadores tienen la fortuna de poder descansar en este día festivo. Muchos negocios abrieron sus puertas para aprovechar una jornada comercial, que se esperaba más fructífera que las de días anteriores. No obstante, la teoría a veces no siempre se adecua a la práctica, y abrir un 15 de agosto en Córdoba no tiene por qué ser sinónimo de éxito en ventas. El cambio de quincena y las temperaturas superiores a los 35 grados obstaculizan la idea de salir de compras. Las calles están vacías y apenas se llenan una vez pasada la media tarde. Aunque para los auténticos compradores, estas fechas presentan varias ventajas respecto con otras quincenas del verano. Al estar la ciudad más vacía, apenas se llenan las tiendas, no se generan grandes colas y los probadores están vacíos. Respecto a las rebajas, estas son una de las mejores fechas para hacerse con las últimas gangas al coste más bajo que se pueda encontrar.
No toda la población pudo aprovechar la jornada de ayer para comprar o pasear sin ataduras. Muchos comercios del centro de la ciudad abrieron durante todo el día, algunos sólo permanecieron con las puertas abiertas durante la mañana y otros decidieron descansar.
Las grandes superficies y franquicias abrieron todo el día. Los pequeños comercios, sin embargo, optaron por cerrar. Algunos locales relacionados con la hostelería, como Yogurberry estaban abiertos como siempre, y es que, según informan desde la tienda, la cadena permanece abierta durante los 365 días del año, incluyendo festivos. Una de las trabajadoras del negocio afirma que los festivos que caen en invierno suponen una mayor afluencia de clientes. El caso contrario ocurre con la festividad del 15 de agosto, puesto que no supone un gran aumento de la clientela al estar la ciudad más vacía que nunca.
El debate está en la calle, ya que muchos de los cordobeses, aseguran, como lo hace también Rafael Sánchez, que "los comercios sean grandes o pequeños deben cerrar para hacer descansar a los trabajadores". Un argumento contrario al que tiene su mujer, quien defiende que este tema es una guerra perdida y que los negocios que abren en un día como el de ayer, le sirve a mucha gente, sobre todo, para "hacer compras de última hora".
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