Navidad

Familias de paseo y lluvia en las compras para la Nochebuena en Córdoba

  • La ampliación del horario y aforo de los bares coincide con los últimos regalos navideños

  • La apertura de la provincia salva a los comercios de cercanía de la capital de una caída peor

Varias personas caminan con bolsas por el centro de Córdoba.

Varias personas caminan con bolsas por el centro de Córdoba. / Lolo Agredano

El último fin de semana de compras previo a la Nochebuena en Córdoba ha llegado mucho más tranquilo que el sábado pasado, cuando entró en vigor la desescalada navideña, se abrió la provincia y se ampliaron los horarios y aforos de los comercios, un caldo de cultivo que derivó en una fiesta con música y baile en pleno centro de la capital cordobesa y cuyas consecuencias afectan hoy a los músicos callejeros, a quienes no se les ha escuchado armonizar estas últimas tardes de compras en la ciudad por decreto del Ayuntamiento.

Más paseo que compras es lo que se vio la tarde de este sábado en el centro de la capital, si bien el ambiente también se vio condicionado por la lluvia. Familias en busca de alguna mesa en las cafeterías abiertas desde las 18:00 y haciéndose fotos en el alumbrado navideño o grupos de jóvenes en busca de ropa en las grandes cadenas de tiendas de las calles Gondomar o Concepción, que este fin de semana, junto al bulevar Gran Capitán o a la Cruz Conde, han distado mucho de las aglomeraciones de días pasados.

El comercio de cercanía es el que más lamenta la situación actual. Aunque admiten haberse visto beneficiados con la apertura de la provincia, sobre todo, y más que con la ampliación de horarios y aforo. Lo cierto es que la “tristeza, incertidumbre y miedo” que perciben en las personas esta Navidad es algo que “nunca habían visto”. Así lo expresa la encargada de la tienda Loles, María José Zerpa, que ironiza al asegurar que nunca para estas fechas se había podido sentar a revisar las notificaciones de su móvil pues con la llegada y salida de clientes no habría podido pararse “ni un minuto”.

La empleada califica la situación como “deprimente” y un fin de semana “pésimo” que achaca a la lluvia o a la “poca movilidad de la gente de la provincia”. En comparación al año pasado, cuando no había pandemia y también se instaló por primera vez el alumbrado navideño en la calle Cruz Conde, que atrajo a gran cantidad de personas al centro cada noche, las ventas han disminuido hasta un 70% porque “la gente está triste, sin ilusión ni alegría y eso repercute en las compras”. Aun así, en esta tienda prefieren “ser positivos” y esperan que la situación mejore pronto.

Rosa Salcedo, de Salcedo Modas, que por su ubicación debe competir con tiendas y franquicias de donde se ve salir y entrar a muchos jóvenes con bolsas, asegura que “como todos los años” la gente busca “alta calidad”, pero vienen “con cuenta gotas, porque la gente está muy retraída”. Eso sí, la familia Salcedo notó el cambio cuando se abrió la provincia, porque “eso movió mucho el comercio”.

Mientras tanto, en algunos establecimientos se hacía cola para entrar, eso sí, las pocas bolsas que llevaba la gente eran más bien pequeñas, con algún detalle para los más “allegados”, según confirma una familia mientras da un paseo por Las Tendillas. La dueña de una tienda de ropa y complementos en Cruz Conde, Basilia Cortez, asegura que “mucha gente no sabe aún si van a poder celebrar reuniones como otros años”, aunque espera que la gente “lo esté dejando para un día antes”.

Cortez critica que ve “más gente en la calle que en los comercios”, y que tratar de competir con otros establecimientos con más rebajas “es imposible” porque trabajan con márgenes de ganancia mínimos.

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