Ni a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera. El Defensor del Pueblo ha vuelto a incluir al Ayuntamiento de Córdoba en la lista de "administraciones no colaboradoras" de su gestión después de dar el silencio por respuesta a los reiterados requerimientos en su labor de supervisión por diferentes motivos. El informe anual referido a 2021 hecho público este jueves por la institución que encabeza el profesor Ángel Gabilonso incluye al Consistorio cordobés en esta lista negra.

El informe, consultado por el Día, explica que la institución solicitó una información el 29 de mayo de 2020 con motivo de la falta de respuesta a la solicitud de motivación de las liquidaciones del IBI, debido a que la zona en la que se ubicaba un inmueble no reunía las características necesarias para su consideración como bien de naturaleza urbana. El tercer requerimiento, sin respuesta, se hizo el día 5 de abril de 2021.

No es la única cuestión en la que Capitulares ha dado la callada. El 1 de julio de 2020, el Defensor volvió a dirigirse al Consistorio en relación al supuesto "incumplimiento" de la obligación de aprobar en los presupuestos municipales la masa salarial. Ante los silencios, el tercer toque de atención se hizo el 18 de marzo de 2021.

Y un tercer tirón de orejas más, en esta ocasión por la gestión medio ambiental. El Defensor formuló una sugerencia el 4 de noviembre de 2020 sobre la acumulación de ramas en el puente de El Arenal, otra vez sin solución. El tercer requerimiento data del 2 de junio de 2021.

El Defensor del Pueblo recibió en 2021 un total de 264 quejas de ciudadanos de Córdoba por distintos motivos, lo que supone un leve descenso respecto al ejercicio anterior, cuando fueron 264. En el conjunto de España, se tramitaron 2.856 quejas; las presentadas desde la provincia fueron el 7,51% de todas las enviadas desde Andalucía.

Estos expedientes dieron lugar a una serie de sugerencias y recomendaciones, una de ellas dirigida a la Secretaría General para la Justicia de la Junta de Andalucía, en la que el departamento de Ángel Gabilondo advertía de la necesidad de adoptar medidas de apoyo y refuerzo de funcionarios para paliar la "grave situación" del Registro Civil. La queja la iniciaba una usuaria: "Llevo desde primeros de septiembre llamando para que me den cita para una fe de vida, pero salta un contestador que tiene el buzón lleno". Y contaba que había insistido "unas 60 o más veces diarias". A raíz de esto, se implantó la cita previa telemática.