Los impuestos son el medio que tienen las administraciones para financiarse y obtener ingresos y, a la vez, uno de los grandes gastos a los que tienen que hacer frente los ciudadanos. Teniendo en cuenta sólo los tributos locales que hay que atender, cada cordobés paga de media 140 euros al año en concepto de tasas, según los datos del Panorama de la Fiscalidad Local relativo a 2018 elaborado por el Colegio de Economistas. Esto deja a Córdoba como una de las capitales andaluzas con mayor presión, aunque a la cabeza se sitúa Granada, con 248 euros. Cádiz aporta 163 euros por habitante mientras que cada sevillano hace frente a 161 euros. Son, junto con Córdoba, las cuatro ciudades con mayor presión fiscal, según este informe. En el extremo opuesto se sitúa Jaén, con 66 euros.

Haciendo un análisis de los tributos de manera individual, Córdoba es la ciudad más cara, por ejemplo, en el impuesto de vehículos. Así, la cuota tributaria para un turismo con caballos fiscales entre 12 y 15,99 euros -el más común- es de 143,9 euros. El mismo recibo comparten otras capitales como Ceuta, Granada, Huelva o Salamanca. Precisamente este es uno de los tributos que más polémica que genera siempre que se trata la modificación del expediente de ordenanzas fiscales. De hecho, fue uno de los impuestos que ha experimentado un incremento durante este mandato, ya que subió un 3% en 2016. Según este informe, el Ayuntamiento de Córdoba recauda algo más de 17 millones de euros por esta figura impositiva, aproximadamente el 13,5% del total de ingresos por impuestos. Se trata de la provincia andaluza donde el impuesto de vehículos tiene más peso y la tercera donde más se recauda en números absolutos. A la cabeza está Sevilla, con 35 millones -lógico porque tiene un mayor parque de vehículos-, seguida de Málaga, con 26,9 millones, por el mismo motivo.

La otra gran fuente de ingresos para los ayuntamientos -y el de Córdoba no es una excepción- es el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). En este caso, las arcas municipales ingresan 79,9 millones de euros por este gravamen, la mayoría -76 millones- por el IBI de naturaleza urbana, el de las viviendas, mientras que 2,9 millones corresponden a los bienes de naturaleza rústica. El documento establece que cada cordobés paga una media de 245 euros en concepto de IBI, una cifra que no es de las más altas del país y que nada tiene que ver con los 438 euros de media que se abonan en Madrid. Cádiz lidera el ranking a nivel andaluz con 325 euros por habitante, según el Panorama de la fiscalidad local.

El documento analiza incluso la cuantía de los recibos en función de los valores catastrales y el coeficiente que aplica cada ayuntamiento. Así, en el caso de Córdoba, la cuota de IBI urbana para un inmueble con un valor catastral de hasta 50.000 euros es de 270 euros, mientras que hasta 100.000 euros se pagaría 539 euros. En los casos de viviendas de mayor valor, hasta 300.000 euros se paga una cuota de 1.618 euros mientras que a partir de 500.000 euros el recibo se dispara hasta los 2.697 euros.

El resto de impuestos tiene ya un menor peso en el conjunto de ingresos de las arcas municipales. Es el caso, por ejemplo, del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras, que aporta el 3,4% del total, con 4,2 millones de euros, unos 13 euros por habitante. A efectos más prácticos, el Consejo de Economistas ofrece datos teniendo en cuenta el coste de la obra por el que se paga. Así, hasta 20.000 euros el ciudadano tiene que abonar al Ayuntamiento 768 euros. Hasta 50.000, el gravamen es de 1.920 euros, mientras que las grandes obras hasta 100.000 euros suponen un desembolso de 3.840 euros. A partir de 500.000 euros, la cantidad a desembolsar se sitúa en 19.200 euros.

Por último, el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) supone unos ingresos de diez millones para las arcas municipales y el coeficiente máximo y mínimo de este gravamen está entre los 15 más elevados de todo el país. El Ayuntamiento ha establecido para las ordenanzas de 2019 algunas bonificaciones en función de la creación de empleo.

A pesar de que hace una semana se modificó el expediente de ordenanzas fiscales de 2019, lo cierto es que los cambios tendrán poco impacto en los ciudadanos, ya que los que tienen un mayor impacto en el bolsillo de los ciudadanos -como el IBI o el impuesto de vehículos- no cambian sustancialmente.