La provincia de Córdoba cuenta a nivel andaluz con la cifra más baja de personas afectadas por el VIH, ya que tiene una cifra acumulada de 758 casos desde que en 1982 se pusiera en marcha el registro del sida. Estos datos los aportó ayer el jefe de la sección de Epidemiología de la Delegación de Salud de Córdoba, Antonio Varo, con motivo de la celebración del día mundial contra el sida, quien destacó que las cifras de nuevos contagios han experimentado durante los últimos tres años una reducción de un 77%, ya que de los 15 casos registrados en 2005 se ha pasado a tan sólo siete en 2008. Este descenso supone la tasa de incidencia más baja de Andalucía con un 8,76 de personas infectadas por cada millón de habitantes.

En cuanto a los motivos de contagio de la enfermedad, Varo señaló que el 57% de los casos se produce por vía parental (de padres a hijos); el 29% por relaciones homosexuales de riesgo y el 14% restante por relaciones heterosexuales de riesgo. Mientras, la edad media de infección es de 38 a 41 años frente a los 29 años que se registraban en los años 80.

A pesar de estos datos, según la delegada provincial de Salud, María Isabel Baena, la ciudadanía debe seguir alerta con la puesta en marcha de medidas de protección del contagio de la enfermedad, sobre todo, entre la población joven. Además, incidió en el avance de los tratamientos antirretrovirales "que están consiguiendo retrasar la aparición de la enfermedad en un alto número de casos". Pero, la delegada insistió en la importancia del diagnóstico precoz como el "mejor arma", ya que "cuanto antes se detecte la enfermedad más probabilidades hay de luchar contra ella". Y es que en torno a un 25% de la población infectada de VIH desconoce que está contagiada, según informó la delegada.

Durante la jornada de ayer también quisieron mostrar su apoyo a la lucha contra el sida colectivos como la Federación Provincial de Córdoba de Drogodependencias, Sida Madinat y la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha), que lanzaron un mensaje centrado en la demanda de que ninguna persona con VIH se quede sin acceder a alguno de los programas de tratamiento y apoyo. Ambas asociaciones pidieron el aumento de recursos, como por ejemplo las casas de acogida, y la creación de otras herramientas adaptadas a las personas con VIH que se encuentren en circunstancias más problemáticas.

Madinat y Apdha consideran esencial la inclusión de la perspectiva de género en las políticas y programas públicos con el fin de crear recursos específicos que aborden la problemática de las mujeres con VIH en condiciones más desfavorecidas.

También solicitaron estas entidades la puesta en marcha de medidas para llegar a los grupos más vulnerables de inmigrantes para que puedan tener acceso a los servicios y potenciar su tratamiento en los sistemas públicos de salud. Por último, denunciaron la "dejadez" de los poderes públicos respecto a la atención de los enfermos de VIH en la calle y en el interior de prisión.