Un goteo incesante de jóvenes intoxicados por consumo de sustancias estupefacientes adulteradas encendió todas las alertas en el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Reina Sofía en el verano de 2005. La investigación que inició la Policía Judicial a raíz de estos sucesos logró desmantelar una red de vendedoras de cocaína en la calle Torremolinos, en el Sector Sur, y las tres mujeres implicadas han sido condenadas ahora a penas que suman 16 años de prisión por la Sección Primera de la Audiencia Provincial.

La resolución considera probado que, al menos desde el mes de julio de 2005 -cuando los agentes realizaron los registros domiciliarios-, las implicadas se dedicaban "de forma habitual" a la venta de cocaína y hachís. Antes de que el Cuerpo Nacional de Policía solicitara la autorización judicial para entrar en los inmuebles, las patrullas realizaron una labor de investigación consistente en la vigilancia de las viviendas de las sospechosas. Como consecuencia de la observación, los agentes acreditaron que la droga era vendida por las imputadas.

El 10 de noviembre de 2005, los policías registraron el domicilio de R. M. E., una de las condenadas. Allí encontraron cuatro lotes de cocaína y numerosos objetos de procedencia no determinada -colgantes, pendientes y numerosas joyas- que, según la sentencia, fueron adquiridos gracias a las ganancias obtenidas. Las patrullas también hallaron objetos relacionados con el pesaje y la preparación de las dosis.

La sentencia considera probado que las tres procesadas se dedicaban al tráfico de estupefacientes y pone como ejemplo que, el 6 de octubre de 2005, la hija de una de las acusadas fue sorprendida a la salida de su casa con un paquete que contenía 13,8 gramos de cocaína. La resolución también destaca que muchos de los jóvenes sorprendidos por los funcionarios policiales portaban pequeñas cantidades de droga.