Córdoba

Clases para futuros enólogos

  • La taberna Caballerizas acoge una cata de su propia bodega dirigida por López Alejandre para formar a los participantes en un curso de análisis sensorial de vinos

El gusto, el olfato o el tacto. Para ser un buen experto en vinos no sólo hay que poseer un exquisito paladar. La clave está también en afinar el olfato y en dejarse llevar por la densidad del caldo. Para desarrollar estas destrezas la Academia del Vino de Córdoba organiza hasta el 21 de marzo un curso de enología y análisis sensorial, en el que participa una veintena de alumnos de todas las edades. "Los cordobeses están cada vez más interesados en la enología", destacó ayer el propietario de la taberna-restaurante Caballerizas, Curro Sanz, en cuyo local se desarrolla el curso.

Los asistentes tuvieron ayer la oportunidad de catar tres vinos de la empresa, entre ellos un Ramírez de Ganuza, de la denominación de origen de La Rioja. "Esta empresa es una institución dentro de este mundo, y una de las pocas de España que posee cien puntos Parker, una de las distinciones más importantes que puede lucir una bodega", dijo Sanz. Los alumnos también cataron un Ribera del Duero de la firma Martín Berdugo: "Es una bodega nueva, joven, activa", describió Sanz. Aparte de la calidad de sus caldos, la empresa destaca por el esmero que pone en los envases: "Utiliza viñetas y microcómics para las etiquetas y los corchos. Es fácil distinguir su producción por lo original". Los vinos de la denominación de origen Montilla-Moriles también estuvieron presentes en la cata, que estuvo dirigida por el enólogo Manuel López Alejandre, director del curso. Los alumnos, en concreto, aprendieron las características del Cerro Encinas, de bodegas Marenas. Sanz lo definió como un vino de pagos naturales, ecológico, y uno de los pocos tintos que se elaboran en la provincia. Su producción es limitada: sólo 5.000 botellas. López Alejandre introdujo luego al alumnado en los vinos andaluces de crianza oxidativa, como los amontillados, los olorosos, los palos cortados y los pedro ximénez.

El curso continuará en próximas sesiones tras una introducción teórica en la que se han enseñado nociones de viticultura, la historia de su elaboración y su influencia en las artes visuales, las ciencias y las letras. El temario también incluye apartados sobre el vino de pitarra, la maceración carbónica, la fermentación en barrica o el velo en flor. "También se enseñan las variedades de las uvas, los accidentes y las enfermedades de los caldos fáciles de encontrar en el mercado, como la quiebra férrica o el anubado, y las diferencias de elaboración entre los vinos tintos y los blancos", detalló. En las sesiones lo acompañan los enólogos Miguel Cruz Marqués e Isabel López Infante y los profesores invitados Mario Barreda, director de la denominación de origen Vinos de Madrid; Víctor Carrascal, director técnico de la denominación Brandy de Jerez, y el director de la Estación de Viticultura y Enología de Extremadura, Emiliano Zamora de Alba.

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